El euro cambió nuestras vidas
07/01/2012 - 11:05
Durante los últimos años mucho han cambiado las cosas en nuestras vidas. La tecnología se ha convertido en protagonista de las actividades diarias, la forma de comunicarnos ha cambiado, las distancias se miden en tiempo y no en kilómetros y casi hemos olvidado la que hasta 2001 era la moneda oficial de nuestro país, la peseta. Sin embargo, ahora, que el euro, cumple sus primeros 10 años de vida, toca hacer balance. Se topa la moneda europea con un futuro incierto. Se vive en la Unión uno de los momentos económicos más delicados y se analizan al detalle las medidas que pueden fortalecer la moneda y, por ende, la economía de los países miembros. El euro se adoptó el 1 de enero de 1999 como la nueva moneda oficial de once Estados miembros de la Unión Europea. En una primera etapa se aplicó como moneda virtual para los pagos no efectuados en efectivo y con fines contables, mientras que las antiguas monedas siguieron empleándose en los pagos en efectivo. Posteriormente, el 1 de enero de 2002, el euro apareció físicamente, en forma de billetes y monedas y se fueron sumando Grecia, Eslovenia, Chipre, Malta, Eslovaquia y Estonia, hasta convertirse en la moneda única para 330 millones de personas que viven en los 17 países de la zona del euro. Pero más allá de las variables macroeconómicas hay que analizar lo que ha supuesto la llegada del euro a nuestras vidas. Después de una década años aún cuesta cambiar el chip. Seguimos haciendo el cambio de euros a pesetas y sólo los que nacían con la nueva moneda estudian la rubia como parte de la historia. Sin embargo, sentimentalismos a un lado, lo cierto es que con el cambio los españoles hemos perdido no solo parte de nuestra identidad, en favor de la globalización, sino también parte de nuestra calidad de vida al haber sufrido un encarecimiento de los productos que alcanza, en algunos casos, el 60%. Las autoridades monetarias aseguran que la llegada del euro no causó cambios en las etiquetas de los precios, pero persiste entre los consumidores la percepción de que se produjo un encarecimiento. Por algo será.