El festival Arriversos llenó El Jardinillo de poesía en la Fiesta Grande de Guadalajara

La cita comenzó a las siete de la tarde, con un sol casi otoñal caldeando la plaza en un día por lo demás bastante fresco. Ya a esa hora las 50 sillas colocadas por el Patronato de Cultura para la ocasión estaban llenas y, poco a poco, a medida que avanzaba la tarde, el público iba en aumento, acomodándose en los bancos de alrededor, quedándose de pie, y hasta sentándose en el suelo, mientras los participantes tomaban el micrófono por turnos.

Presentaba el acto la escritora y organizadora del festival Gracia Iglesias, asistida por Sara Arias, quien se encargó de coordinar las intervenciones, en medio de un ambiente festivo del que disfrutaron tanto jóvenes como personas mayores y familias con niños.

En una mesa colocada junto al “escenario”, el ilustrador Fernando Sevillano, autor de la imagen del cartel de ARRIVERSOS de este año, registraba todo lo que iba sucediendo, con rápidos bocetos que su hijo, ejerciendo de eficaz ayudante, colgaba en un florido tendedero habilitado para tal función.

Y, paseándose entre el público, cuatro Cyranos tocados con sombrero de ala ancha y pluma en cinta, capitaneados por el escritor Josean Rojo –coordinador del Taller Cyrano de poesía– escribían versos a la carta a quienes se lo solicitaban.

Tradición y modernidad

La primera en recitar fue la escritora Marta Marco Alario, que lo hizo acompañada de Cristina Cambas, quien tradujo sus poemas a la lengua de signos. Dada la singularidad de su intervención, muchas personas del público que llegaron ya mediado el acto pidieron que se repitiera, cosa a la que accedieron encantadas antes de que se pusiera el punto final a la Jam Session.

Tradición y modernidad se dieron la mano en las lecturas de los demás participantes, entre los que no faltaron algunos miembros de la tertulia de poesía Diversos como José Luis Gómez Recio, Vicente Orallo, Xavier de Tusalle –convertido en singular flautista de Hamelin–, Alberto Valero, Pablo Llorente –que pidió la participación del público en su intervención– y Carmen Niño –que, casi al final del recital, entonó con hermosa voz el poema de Lorca “Los cuatro muleros”.

Otras voces fueron las de Amelia Peco y Antonio Íñigo, José Sánchez Blanco y José Antonio Sánchez Tabernero que en sus respectivos momentos se lanzaron a cantar canciones populares entre poema y poema, y Jesús Ramón Valero Díez, quien recordó a los presentes que el próximo jueves actuará en el Teatro Moderno, acompañado de varios músicos y locutores, en el espectáculo “Equinoccio”.

Tampoco quisieron perderse el acto los poetas jóvenes de la ciudad. Jorge Lahoz (Hoz), Andrés Sanz Marinero, Jeremy Marchán y Fran Shumareli se ganaron a la concurrencia con intervenciones frescas, en ocasiones cercanas al rap, premiadas por los presentes con aplausos y bravos.

Mención especial merece el pequeño homenaje a Gloria Fuertes protagonizado por Mamen Rodrigo, su hija Henar y su sobrina Elisa, que además de recitar algunos versos de la poeta cuyo centenario se celebra este año, representaron un pequeño fragmento de la obra de teatro infantil “Las tres reinas magas”.

Poesía hecha música

A mitad de sesión el coro Turineros de la Poesía –subsección del Orfeón Joaquín Turina– interpretó “Caminante no hay camino” de Machado.

La otra aportación musical de la tarde corrió a cargo de Pedro Chain y Julia Legaspi que interpretaron “More than words” de Extreme.

Cuando, ya cerca de las nueve de la noche empezaron a oírse sonidos de charanga procedentes de las peñas que transitaban los alrededores de la calle Mayor, Gracia Iglesias aprovechó la circunstancia para improvisar unos versos sobre la propia poesía y las ferias de Guadalajara, haciendo después participar al público en un poema de Gloria Fuertes, y dando tiempo así a que volviera a reinar el silencio para que Turineros de la Poesía pusiera el broche final al acto, con “Poetas andaluces de ahora” de Alberti