El fin de Nestlé, pero no a cualquier precio

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Ortiga
Ni la antigüedad; ni tener beneficios, como aseguran los trabajadores; ni los centenares de familias que han entregado su vida por la elaboración de helados durante 30 años; ni las consecuencias sociales ha hecho que los directivos de Nestlé España se echen para detrás en su decisión de llevarse la fábrica a Álavas.
Nada ha impedido que inicien un periodo de arduas negociaciones que tiene viso de ser aún larga, y más aún en uno de los momentos económicos más duros y difíciles. Sea por lo que fuere, y aunque los empleados se lleven sus merecidas compensaciones económicas –que nunca podrán cubrir la desesperanza de no tener trabajo– no podrán evitar sentirse traicionados y no es para menos, hay quienes llevan toda su vida trabajando en la mítica Camy y ven cómo ahora quieren dejarlos en la calle o les ofrecen un futuro, por fortuna o por desgracia, en una contigüa fábrica de yogures, Lactalis-Nestlé, en la que no ven seguridad laboral. Una empresa más que se suma a la larga lista que están envueltas en conflictos laborales, unos como vícitimas de la difícil situación económica y otros amparándose en ella para cumplir sus objetivos empresariales.