El futuro de los europeos

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Editorial
Aunque faltan casi tres semanas para que se dé el pistoletazo de salida para la campaña electoral de los comicios europeos, Guadalajara vivió ayer una auténtica jornada política al convertirse en el escenario de presentación de la lista nacional con la que los populares concurrirán a estas elecciones.
Sin embargo, a pesar del gradual aumento de las competencias y poderes del Parlamento Europeo desde que se celebraran las primeras elecciones europeas en 1979, la participación de los ciudadanos en las elecciones ha seguido la tendencia contraria, lo que viene a poner sobre la mesa el escaso interés que estos procesos generan en la ciudadanía. Existe la creencia generalizada de que la mayoría de instituciones europeas sólo sirven, a pesar de que no sea así, para aparcar políticos nacionales, algo que parece lógico si se tiene en cuenta que durante las campañas electorales al Parlamento Europeo no se habla de programas y propuestas políticas europeas, sino sólo de las refriegas y de los problemas internos de cada país. Dicho de otra manera, las elecciones europeas se convierten en una especie de primera ronda para las generales; de ahí que la participación en las mismas sea directamente proporcional a la influencia que se espera que tengan en la política nacional.En los próximos comicios del 7 de junio, tanto Zapatero como Rajoy se la juegan; ambos necesitan el apoyo de las bases de su partido para reafirmarse en la errante estrategia política que han emprendido. El primero para que su debilidad parlamentaria ante la crisis económica no precipite un adelanto electoral; el segundo para cerciorarse de que podrá alcanzar La Moncloa convirtiéndose en el sucesor del zapaterismo. Sin embargo, las elecciones al Parlamento Europeo son trascendentales no sólo para dilucidar la lucha de poder político abierta en España entre los dos grandes partidos sino por que la Eurocámara es una institución con poderes y con un papel decisivo en el futuro de todos los europeos.