El gimnasio y los peluches
Ell gimnasio. Son las fiestas del pueblo. A las diez de la noche hay una conferencia para hablar de los bandoleros. A las tres de la madrugada entran ladrones en el Ayuntamiento y se llevan la caja fuerte. Pesa 300 kilogramos, sin los 6.000 euros de la recaudación de las tasas de las fiestas que el concejal de los dineros los depositó en el banco. Los ladrones, al no poder llevar la caja fuerte hasta el coche, la abandonan en mitad de la plaza. ¡Qué flojos! dijo el alcalde cuando se enteró de la hazaña de estos ladronzuelos. Voy a poner un gimnasio para crear músculo en el personal.
Peluches Todos tenemos algún peluche en la estantería con cara de aburrido, cuando no de amargado. Hay una forma de evitarlo. De ello se encarga una agencia de viajes japonesa que recoge tu peluche y lo lleva de excursión. Pero de excursión con otros peluches con los que convive. Tres semanas dura el viaje y pagas 75 euros, sin contar el viaje del peluche a Japón, ida y vuelta en una cajita. A través de facebook te envían fotos de lo que hace tu peluche a lo largo del día para que no pierdas su contacto. Fotos del desayuno, de los amigos-peluche que va haciendo, de sus primeras clases de japonés, de los juegos que practican, de la asistencia a un circo, de otros peluches con los que más intiman, de las costumbres japonesas... Cuando te lo devuelven en una cajita desde Japón y lo ves, parece ser que tiene otra cara, como de menos aburrido y como algo más sonriente.