El Gobierno abandona a la familia en sus PGE de 2014
07/10/2013 - 00:00
La familia española ha sido de nuevo la gran abandonada por las administraciones, realidad que se constata tras la presentación esta semana del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2014 (PGE 2014). Si en tiempos de vacas gordas la familia fue la gran olvidada, en tiempos de vacas flacas se han eliminado incluso algunas de las ya exiguas ayudas económicas.
l que al día de hoy la única medida directa sea la ayuda por hijo de 24,25/mes, cuantía que ha vuelto a quedar congelada en los PGE de 2014 y que sólo se aplica si los ingresos no superan los 11.519,16 euros anuales (ha ascendido apenas un 0,25%, pasando de los 11.490,43 euros establecidos anteriormente), constata el grado de abandono a la familia. Esta es una ayuda claramente insuficiente si, además, tenemos en cuenta que la media europea es de 125/mes. Y por si fuera poco, prosigue el presidente del IPF, esta cuantía llevará ya congelada desde el año 2000, es decir, 14 años, con la correspondiente pérdida de poder adquisitivo. Asimismo, por tener unos límites de ingresos tan bajos, hace que 9 de cada 10 familias no puedan acceder a ella.
Esta medida, en las condiciones actuales, es un insulto a las familias españolas. No queremos dejar caer en saco roto los reiterados incumplimientos electorales del actual Gobierno como la puesta en marcha de la ampliación del permiso de paternidad a cuatro semanas para el 1 de enero de 2013 en primer lugar, para 2014 después, y que ahora se ha vuelto a retrasar hasta el año 2015. Todo esto no hace más que constatar el abandono de las familias por parte del Ejecutivo. Las administraciones españolas no pueden seguir ignorando y abandonando a la familia, más aún en época de crisis económica, que es cuando más necesitada está de esa ayuda, prosigue el presidente del IPF.
La situación por la que está atravesando la institución familiar hace que, hoy más que nunca, la familia tenga necesidad de una protección especial por parte de las autoridades públicas. No se puede pedir que la familia sea una instancia responsable y cumpla con unos deberes concretos frente a los hijos, los enfermos, los jóvenes, los ancianos o los minusválidos, en definitiva, con la sociedad y, al mismo tiempo, negarle la ayuda que necesita para desempeñar estas funciones.
Es indispensable que las administraciones tengan en cuenta estas necesidades cuando diseñen sus políticas públicas. Si no, o están fuera de la realidad, o de espaldas a las familias. Es preciso mejorar el clima social y económico que vive la familia . Las ayudas a la familia no son un gasto, son una inversión. Una inversión para el futuro de la sociedad.