El idioma español conquista la ciudad eterna

06/07/2014 - 23:00 José Serrano Belinchón

Habrá podido ser por tratarse del material de trabajo con el que me he manejado durante toda mi vida: el idioma castellano; pero es lo cierto que me ha producido una grata sorpresa el saber que nuestra lengua madre se ha puesto de moda en la ciudad de Roma, y está interesando en otras muchas partes del mundo como nunca lo hizo, gracias al Papa. Lo ha dicho Sergio Rodríguez, Director del Instituto Cervantes en la Ciudad Eterna, por lo que no me queda la mínima duda de que deberá tener sus motivos.
Según la revista digital vaticana “Rome Reports”, el Instituto Cervantes de Roma ha suscrito un acuerdo con la Santa Sede para que sus empleados puedan aprender el idioma materno del Sumo Pontífice, para poderlo leer y escuchar en español, debido a la gran cantidad de matices que comporta. Si se tiene en cuenta que el cuarenta y dos por ciento de los católicos del mundo hablan español, y que la inmensa mayoría de ellos residen en la América de habla española, entendemos que la cantidad de peregrinos que acuden a Roma con motivo de las Audiencias Generales de los miércoles, vaya aumentando de forma progresiva, hasta el punto de poderse afirmar que el idioma español se oye con fuerza en las calles de Roma. Añade el Sr. Rodríguez que “la demanda del español es grande, y que el valedor de la lengua española en Roma es el Papa, con muchísimo, en toda Italia y casi diría que en todo el mundo. Porque es evidente que un Papa que hable español es un escenario que no se veía desde hace siglos, y sobre todo un Papa tan carismático y con tanta fuerza”. No sólo un Papa hispanohablante, también su idioma, ha provocado una revolución en el Vaticano, añade “Rome Reports”.
Repito que la noticia me ha llenado de satisfacción, por lo que tiene de reconocimiento al que yo diría principal de nuestros valores en el mundo; pues los españoles nos podemos enorgullecer con auténtico derecho de algo realmente valioso y perdurable, como lo es nuestro idioma común: la Lengua Castellana, algo que jamás defrauda -pienso ahora en algunos de nuestros efímeros éxitos deportivos- y que ha dejado su impronta en la cultura universal, como canal de comunicación y como medio al uso de nuestra Literatura; aunque con mayor frecuencia de la que fuera de desear se vea denostada, despreciada, y descaradamente perseguida, por un determinado sector de nuestros compatriotas. Una descabellada realidad, pero dolorosamente cierta, que una vez más nos lleva a recordar aquella famosa estrofa de un poeta y filósofo catalán del siglo XIX, José María Bartrina, que en sus dos últimos versos dice: “Y si habla mal de España…, es un español”. Por fortuna este censurable comportamiento, tiene su respuesta como contrapeso en la noticia que hoy me limito a comentar; pero, claro, fuera de España, naturalmente.