El Museo de la Trashumancia

Sin duda, se trata de una iniciativa que más allá de la intención de mantener vivo el recuerdo de las actividades de nuestros antepasados pretende convertirse en un atractivo más para los visitantes de la zona. Se trata de crear infraestructuras para reforzar un turismo sostenible de gran futuro para la provincia. En un Parque Natural, como el del Alto Tajo, se hace imprescindible comprender el carácter de la actividad turística y sus relaciones con el medio ambiente, de tal manera que se permita una convivencia armoniosa entre naturaleza y turismo, para que no sufran alteraciones los ecosistemas donde se desarrolla esta actividad, y por consecuencia se pueda hacer frente a las necesidades turísticas presentes sin poner en riesgo la capacidad de las futuras generaciones para atender sus propias necesidades. Precisamente para mentalizar a estas generaciones futuras de la necesidad de mantener ese equilibrio entre la conservación del medio ambiente y el desarrollo turístico nace este cuarto centro de interpretación, que se suma a los que ya existían en Corduente, Orea y Zaorejas. Guadalajara ya tiene muy claro que muchos pequeños municipios pueden crear una economía local alrededor de la actividad turística pero lo que no se puede permitir es que para ello se tenga que sacrificar su patrimonio medio ambiental. No olvidemos que este parque natural, es el espacio protegido de mayor dimensión de Castilla-La Mancha y uno de los más extensos de España. Consiste en explotar esa riqueza natural pero bajo el principio fundamental de su conservación.