El notario Ramón Casillas Arnela, homenajeado por su gremio

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: PEDRO VILLALAR
JUBILACIÓN
Es distinguido por el Colegio Notarial de Castilla La Mancha
El viernes, 19 de junio, tuvo lugar en el restaurante Hermanos Lino de nuestra capital un homenaje al notario Ramón Casillas con motivo de su jubilación. La comida, a la que asistieron alrededor de ochenta personas, contó con la presencia de la ilustrísima señora decana-presidenta de la junta directiva del Ilustre Colegio Notarial de Castilla-La Mancha, Palmira Delgado Martín, que a los postres hizo entrega de una placa conmemorativa al homenajeado.
Ramón Casillas, que no tuvo conocimiento de que iba a ser agasajado por sus compañeros de profesión hasta el mismo momento de iniciarse la comida, “la han llevado en secreto los empleados del despacho con mi esposa”, recibió también otra placa conmemorativa de sus amigos, compañeros y clientes, “tal y como reza la inscripción. Ha sido una sorpresa y estoy muy agradecido a todos, aunque ya tenía el homenaje de todos los alcarreños, de los que he tratado día a día, hasta llegar a sentirme como un alcarreño más”, afirma satisfecho el notario.

A la cita asistieron todos los notarios de la plaza de Guadalajara, la notaria de Cabanillas del Campo, un notario de Azuqueca, otro notario de Getafe y uno más de Parla, así como los empleados de su despacho de Guadalajara, clientes y amigos, además de su esposa, María del Pilar Pérez Navarrete, “la persona que siempre ha estado a mi lado y con la que he vivido mis múltiples cambios de destino” y sus tres hijos, Ramón, Fernando y Pilar,los chicos, como él, licenciados en Derecho.

Veinte años en Guadalajara
Don Ramón Casillas Arnela nació en Talavera de la Reina y se desplazó a Madrid, terminado el Bachiller, donde se licenció en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense y en Derecho por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned). Su primera profesión fue la de militar, concretamente en el Ejército del Aire, como aviador en la Academia de San Javier. En 1978, tras aprobar la correspondiente oposición, comenzó en Valdepeñas su profesión como corredor colegiado de Comercio, llegando a Guadalajara en 1990. “Dado que mi circunscripción comprendía los pueblos más grandes, he conocido prácticamente toda la provincia”. En el año 2000, el cuerpo de corredores de comercio y el cuerpo de notarios se integró en un único cuerpo, denominado de notarios. En 2009, por edad, llega el momento de la jubilación. Ahora toca disfrutar del cariño y el reconocimiento de la sociedad alcarreña, cuya amistad y respeto ha sabido granjearse, después de tantos años de trabajo y dedicación.