El nuevo perfil del pobre
La crisis no entiende de razas, ni de colores, ni, casi, de clases sociales. La falta de empleo y la disminución de recursos está afectando en nuestro país a todos los sectores poblacionales lo que está generando un nuevo pérfil del pobre. Lejos de lo que se pudiera creer no sólo los inmigrantes están sufriendo los recortes empresariales y las presiones financieras. La clase media española, que en otros tiempos se creía inmune está viendo cómo su estatus se derrumba. El perfil de los más necesitados, se ha modificado y, con la crisis económica, se ha equilibrado la presencia de inmigrantes y autóctonos. En 2007, los primeros eran el 70 por ciento y actualmente están en un 50 por ciento. No obstante, los inmigrantes siguen siendo un colectivo especialmente vulnerable ante los efectos de la recesión económica y en ningún caso compiten con los españoles por acceder a una ayuda. El mapa de los más necesitados se amplía. Ahora la crisis hace mella, también, en las familias con niños, quienes cada vez más acuden a la beneficencia en busca de ropa usada, comida o asesoramiento para lograr llegar a fin de mes. Pero también se ha producido un rejuvenecimiento de los atendidos, porque los jóvenes se convierten, en nuestro país, en un sector sensible, (el 16,9% de las personas pobres en España). Casi tres de cada diez castellano-manchegos (27,85%) están en riesgo de entrar en situación de pobreza, tal y como revela la Encuesta de Condiciones de Vida de 2011 del Instituto Nacional de Estadística (INE), una tasa que se sitúa por encima de la media nacional, que se establece en dos de cada diez personas (20,7%). Por eso, la Asociación Comisión Católica Española de Migración (Accem) ha tenido que incrementar el número de atenciones a personas extranjeras, pero también, y de forma muy notable, a españoles. En total, esta ONG atendió en 2010 a 12.681 personas en nuestra provincia, impartiendo cerca de 85.500 prestaciones, datos que se vaticina se superarán a lo largo de este año.