¡El paro, la crisis y el IBI!
01/10/2010 - 09:45
El comentario
Jesús Blanco - Periodista
Mientras miro la cartilla del banco con el sueño de encontrar algunos ahorrillos para gastar en vacaciones, los ojos dirigen la mirada hacia una cifra que, así de golpe, me sorprende.
El apunte dice Recaudación Provincial
425 euros. ¡Ostras!, exclamo al tiempo que pienso a qué corresponde tamaño gasto. ¡Ahora si la que hemos jodido, me tendré que quedar sin vacaciones. Pues nada, nos vamos al pueblo que allí nos da de comer la abuela o compramos en el Carrefur unas chistorras, alguna panceta y una caja de botellines y a pasar las vacaciones lo mejor que se pueda! Claro que llenar el carro en el supermercado también cuesta un riñón. Eches lo que eches siempre es más de 100 euros. Luego miras lo que hay dentro y te das cuenta de que tampoco es que hayas comprado caviar ni siquiera ternera de la buena. Si el año pasado este mismo carro no llegaba a 50 euros ¿Qué ha pasado?.
Volviendo al apunte bancario logro comprobar que se trata del recibo del IBI. Ya puestos a seguir mirando en la cartilla, retrocedo un año en los apuntes bancarios y veo que pagué 358 euros y entonces es cuando ya el cabreo sube enteros y, lo reconozco, me acuerdo del alcalde, de la concejala de hacienda y de otras cosas que por educación prefiero no reproducir en este artículo. El IBI del 2007 fue de 358 euros y el de este año 425, es decir, subida de golpe y porrazo de 67 euros, un 19 por ciento. Me pregunto si es esta la manera que tiene la Administración, el Ayuntamiento de Cabanillas del Campo en este caso, de ayudar a los ciudadanos a superar la crisis, el paro o la subida de alimentos y de carburante. Claro que todavía tengo que dar las gracias porque me dicen que me hacen una bonificación del 3 por ciento al domiciliar el recibo. Las daré: Gracias alcalde, gracias Jesús, porque con subidas del 19 por ciento en el IBI machacaréis al vecino de Cabanillas, pero por lo menos conseguiréis dos cosas buenas para el pueblo: que pasemos las vacaciones en Cabanillas disfrutando del fresco y practicando el sano deporte de matar mosquitos y que el Ayuntamiento tenga más dinero para pagar cachés de 40 mil euros a los Fitos y compañía.
Bueno, tampoco me voy a poner a llorar porque la vida, a pesar del IBI y de los mosquitos de Cabanillas, es bonita. Yo aún conservo un trabajo y puedo llevar a casa una nómina para que Ayuntamientos depredadores se ceben con ella. Peor, infinitamente peor, van las cosas para esas 9.200 personas que en esta provincia no pueden llevar todos los meses a su casa una nómina. Es el número de parados que actualmente tenemos. Ellos no sueñan con vacaciones porque bastante tienen con dar de comer a los suyos y evitar los embargos.
Volviendo al apunte bancario logro comprobar que se trata del recibo del IBI. Ya puestos a seguir mirando en la cartilla, retrocedo un año en los apuntes bancarios y veo que pagué 358 euros y entonces es cuando ya el cabreo sube enteros y, lo reconozco, me acuerdo del alcalde, de la concejala de hacienda y de otras cosas que por educación prefiero no reproducir en este artículo. El IBI del 2007 fue de 358 euros y el de este año 425, es decir, subida de golpe y porrazo de 67 euros, un 19 por ciento. Me pregunto si es esta la manera que tiene la Administración, el Ayuntamiento de Cabanillas del Campo en este caso, de ayudar a los ciudadanos a superar la crisis, el paro o la subida de alimentos y de carburante. Claro que todavía tengo que dar las gracias porque me dicen que me hacen una bonificación del 3 por ciento al domiciliar el recibo. Las daré: Gracias alcalde, gracias Jesús, porque con subidas del 19 por ciento en el IBI machacaréis al vecino de Cabanillas, pero por lo menos conseguiréis dos cosas buenas para el pueblo: que pasemos las vacaciones en Cabanillas disfrutando del fresco y practicando el sano deporte de matar mosquitos y que el Ayuntamiento tenga más dinero para pagar cachés de 40 mil euros a los Fitos y compañía.
Bueno, tampoco me voy a poner a llorar porque la vida, a pesar del IBI y de los mosquitos de Cabanillas, es bonita. Yo aún conservo un trabajo y puedo llevar a casa una nómina para que Ayuntamientos depredadores se ceben con ella. Peor, infinitamente peor, van las cosas para esas 9.200 personas que en esta provincia no pueden llevar todos los meses a su casa una nómina. Es el número de parados que actualmente tenemos. Ellos no sueñan con vacaciones porque bastante tienen con dar de comer a los suyos y evitar los embargos.