El penúltimo adiós

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Editorial
La central nuclear José Cabrera cerraba ayer la primera etapa su desmantelamiento. Tras la desconexión de la planta, el 30 de abril de 2006, se han venido desarrollando los trabajos de extracción del combustible gastado que desde 1982 hasta la actualidad se almacenaban en el interior de la piscina de la planta.
Ayer salía el contenedor número 12, ese que ponía punto y final a estos trabajos y que además dejaba a Unión Fenosa sin esta explotación. No en vano, la eléctrica, que ha mantenido la titularidad de la central a pesar de su cese de actividad, ha sido la encargada de meter en contenedores especiales ese combustible antiguo. Ya se pueden observar en el exterior los enormes barriles, de unos tres metros de altura, diseñados para soportar los 300 grados de temperatura y evitar cualquier tipo de fuga. Ahora se procederá a llevar a cabo el traspaso de la titularidad a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), y se iniciarán los trabajos de desmantelamiento de las instalaciones físicas, los edificios de la planta, que se prolongarán hasta 2015. Luego, dentro de unos meses se procederá a la descontaminación del circuito primario de la central, una de las estructuras más sometidas a radiaciones. De los 122 reactores nucleares cerrados en todo el mundo, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), sólo se han desmantelado por completo 15 (uno en Japón, tres en Alemania y once en EE UU). En la demolición de Zorita se esperan generar 95.000 toneladas de residuos, de los que 91.000 serían chatarra y escombros convencionales, y otros 3.600 radiactivos (el 80% de ellos de muy baja actividad). La parte más delicada del reactor será troceada y metida en otros cuatro contenedores, que se sumarán a los del ATI. Esto es todo lo que debe quedar de la primera planta nuclear construida en España:16 contenedores de residuos radiactivos y una parcela desocupada de uso industrial nuclear. Ayer se dió, en Guadalajara, el penúltimo adiós a la José Cabrera.