“El problema de los embalses no es tanto de sequía como de saqueo”
El alcalde de Sacedón y presidente de los Municipios Ribereños asegura que el 2017 ha sido “una catástrofe total y un desastre turístico”
Alcalde de Sacedón y presidente de la Asociación de Municipios Ribereños, Francisco Pérez Torrecilla es uno de los más decididos defensores de los embalses de cabecera y la comarca que depende de ellos. Por eso la situación actual le parece más que preocupante, con el segundo año hidrológico más seco del que hay constancia, los embalses por debajo del 10 por ciento de su capacidad y unas previsiones de lluvia, y desarrollo cada vez más oscuras.
Entrepeñas y Buendía están por debajo del 10 por ciento. ¿Cómo se le queda a uno el cuerpo cuando ve los pantanos así de vacíos?
Puede que alguien se piense que ya nos hemos acostumbrado a esto, pero es algo a lo que no se acostumbra nadie. Ver los embalses al 9 por ciento, ver un paisaje desértico en verano y sin vida en invierno no es agradable. Cualquiera que viva allí y que le guste el entorno de los embalses, lo está pasando mal.
Es que se puede decir que ya no hay embalses.
Un embalse al 9 por ciento es un embalse muerto. Nosotros tenemos en Entrepeñas 80 hectómetros cúbicos de los 835 que podríamos tener.
Y eso, sin tener en cuenta ese porcentaje de sedimentos que se calcula como agua embalsada.
No sabemos cuál es la cantidad de sedimentos que hay en la cabecera del Tajo. Se ha estudiado, pero no nos lo han dicho y eso que lo hemos preguntado muchas veces. Supongo que porque los datos son malos. Pero al margen de eso, se estima que la sedimentación en las cuencas oscila entre un 4 y un 9 por ciento. Si para la cabecera lo dejamos en 6, estaríamos hablando de que ahora mismo tenemos un 3 por ciento de agua embalsada. El resto sería toda la colmatación y en las fotos que hay se puede comprobar. Si no existiera esa sedimentación, ahora mismo los puentes y demás estarían descubiertos.
¿Cómo han pasado el verano?
Mal. Veníamos de 2015, cuando ya pensábamos que habíamos tocado fondo, con los embalses muy bajos, y en 2016 parecía que iba a haber una recuperación, pero luego llegó 2017. Al final, nuestro futuro está en el agua. Cuanta más agua, más futuro y más vida tenemos en los pueblos. Y cuanta menos, pues justo lo contrario. Nosotros en 2016 pensábamos que empezaba una época de cierta esperanza, con más visitantes y algo más de agua, pero en 2017 ha ocurrido la catástrofe total, el desastre turístico de la comarca.
Es que además ha sido un mal año hidrológico.
Ha sido el segundo más seco desde que hay registros, desde el año… 58. Sólo una vez estuvieron más secos, en el 96, que fue algo exagerado. Llegaron a tener 147 hectómetros cúbicos entre los dos. Cien menos de los que hay ahora. De todas formas hay que decir que las apotaciones han sido similares a las de 2016, pero siendo así, tenemos mucha menos agua. Es una prueba evidente de que nuestro problema no es tanto de sequía como de saqueo. Se ha gestionado peor. Se ha enviado mucho más agua.
No parece que el establecimiento de la lámina de 400 hectómetros cúbicos haya ayudado mucho.
Esa es la trampa del memorándum. Se ha dado una tarifa plana de agua al Levante. La lámina de 400 significa que cuando hay 402 ya tienen 2 trasvasables. Eso antes no era así. Se tenían en cuenta las aportaciones y otros factores que ahora no se tienen en cuenta.
¿Y cuáles son las previsiones de lluvia para el futuro?
No están de nuestro lado. No va a ser un otoño lluvioso. Posiblemente sea un año hidrológico normal, pero eso no va a solucionar nuestros problemas. Los embalses necesitan mucha lluvia para recuperarse, a parte de esas cosas.
¿Cree que de alguna forma son los municipios ribereños responsables de esta situación?
No somos los responsables directos, porque no aprobamos los trasvases ni gestionamos el agua, pero parte de culpa sí tenemos porque no hemos levantado la voz como deberíamos haber hecho durante los 38 años que llevamos de trasvase.
Y la gente aún sigue sin movilizarse de manera masiva.
Sí. Es algo que vimos en primavera. Hemos convocado manifestaciones y marchas entre municipios, pero la respuesta ha sido escasa… muy baja. Sin unidad no vamos a lograr nada... y puede que unidos tampoco, porque somos pueblos pequeños y con poca fuerza económica, política y social. Somos poquita cosa en el mundo de la gestión del agua y de la Confederación Hidrográfica del Tajo, 22 puntos pequeños alrededor de dos embalses tremendos, pero esto sería diferente si lo hubiéramos tomado con más fuerza.
¿Sabe por qué la gente no se implica más?
Creo que es por un entendimiento erróneo de lo que es la solidaridad. Yo creo que tenemos que ser solidarios, pero hasta cierto punto. No podemos ser tan solidarios que al final nos quedemos sin agua, que es lo que nos da la vida. A los vecinos les cuesta entender que nosotros necesitamos el agua igual que los demás, que podemos generar riqueza igual que la generan en Murcia y el Levante. Esa solidaridad, que parece que es obligada por nuestra parte, hace que no nos movilicemos.
¿No le da envidia ver la movilización que consigue hacer el Sindicato de Regantes de Murcia (Scrats)?
Claro. No comparto sus fines, pero da envidia ver su capacidad de movilización.
Ni sus fines ni sus medios, porque hace poco un vídeo de Ecologistas en Acción denunciaba lo que consideraban prácticas “mafiosas”.
Si, no parece que sus medios sean tampoco los mejores, pero sí dan envidia por la organización que tienen y por su poder de convicción, aunque eso también te lo da tu capacidad económica. Ellos pueden contratar técnicos para que les hagan informes a medida. Tienen poder económico para llegar a la población e incrustarse en ella. Los propios ciudadanos de Levante están convencidos de que si el trasvase se corta, ellos se mueren de sed, cuando realmente no es así. Han sido incluso capaces de convencer a la cuenca cedente, a nosotros, de que dependen de nuestra agua.
También influirá el hecho de que los embalses no abastezcan a grandes poblaciones de la provincia.
Claro, nosotros somos 22 municipios, pero los embalses no abastecen a Guadalajara ni a otras poblaciones grandes, así que se ve como “qué pena”. La gente cree que es otra de tantas injusticias que se cometen, que nos ha tocado cerca y se solidarizan sentimentalmente con nosotros, pero nada más. Si salimos a la calles a manifestarnos pasaría como ocurrió en 2015, que había una pequeñísima parte de lo que debería haber habido.
¿Si fueramos Cataluña esto no pasaba?
Eso segurísimo. Y si fuéramos de Madrid tampoco, o si fuéramos Castilla. En Guadalajara tenemos dos centrales nucleares; en Cuenca el ATC, si nadie lo remedia; el trasvase, que lleva 38 años arruinándonos la vida... Esto nos pasa porque somos pocos y no tenemos ese afán de luchar por nuestra tierra como lo hacen en otros sitios. En cualquier estudio sociológico dirán, “vamos a hacer esto en Guadalajara, que son muy calladitos y se conforman con todo”.
Por lo menos han logrado la unidad entre partidos políticos en el seno de la asociación. ¿Eso ha permitido lograr algún avance a nivel nacional?
No. Estamos más unidos en la asociación porque no utilizamos ni un comentario político. Si yo echara en cara a algún alcalde lo que dijo la ministra el otro día, volveríamos a la gresca. Nos centramos en el desarrollo de nuestros municipios. Lo que sí es verdad es que los alcaldes socialistas tenemos más claros que hay que acabar con el trasvase y los populares no lo tienen tan claro…. Posiblemente yo me haya radicalizado en los últimos años. Derivaciones sólo para consumo humano, pero ni una gota para negocio. Y en la asociación hay municipios que son más agrícolas que turísticos y que entienden perfectamente a un agricultor que pide agua del cielo, no le cae y necesita la del trasvase. Tenemos el mismo objetivo, el desarrollo de los municipios, pero no la misma idea de cómo llegar a eso. Entiendo a los que tiran más por pedir las compensaciones por el trasvase, pero yo creo que la mejor compensación es dejarnos el agua. También los alcaldes del PP, me da la impresión, se están dando cuenta de que defender el memorándum no era tan buena idea.
Cuando habla de la ministra, supongo que se refiere a la de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, que el otro día dijo en Alovera que la cuenca cedente siempre tiene prioridad.
Lo primero que me causó fue risa porque pensé que no hablaba en serio o que se refería a otra zona. Ni esta ministra ni ningún otro de los que ha habido en España pueden venir a Guadalajara a decir que la cuenca del Tajo está siendo prioritaria a la hora de gestionar el agua. Si eso fuera así, no estaríamos al 9 por ciento. En principio me causó risa, pero ahora me causa una tristeza enorme. Si realmente piensa eso, tenemos un problema mucho más grave de lo que yo pensaba. Tanto este gobierno como los anteriores han dado un ejemplo tremendo de irracionalidad e injusticia con el trasvase Tajo-Segura.
También destacó la importancia que tienen las obras de abastecimiento para los pueblos ribereños.
Pues igual. Es que llevamos tres años de retraso en las obras. Me da la impresión de que no tenía una idea clara de las obras que se están haciendo allí o de los plazos de ejecución de las obras. Si lo hubiera sabido, no habría podido decir nunca que son obras prioritarias. Algo prioritario es inmediato o lo más inmediato que se pueda, pero ésta es una obra que empezó en el año 2007 y que tenía que haber finalizado en 2013. Teniendo en cuenta la situación de los municipios ribereños, no entiendo que alguien pueda hacer esas declaraciones.
Si se acabaran esas obras, ¿dejaríamos de ver cisternas en los municipios ribereños?
Las cisternas son la única solución posible a nuestros problemas de abastecimiento, que no son nuevos. Algunos cogemos agua directamente del embalse y otros usan la parte alta del embalse o el río. Cuando hay épocas malas como éstas, tenemos problemas. Algunos municipios no tienen nada de agua y se deben abastecer con cisternas. Unos no tienen nada de agua, otros tienen restricciones y otros hacemos un gasto tremendo en energía porque tenemos que estar elevando agua 200 metros más allá de donde deberíamos. Es un problema que debería estar solucionado desde 2013 con las obras de abastecimiento.
Ahora mismo, ¿hay municipios abastecidos con cisternas?
Seguramente a Chillarón todavía le lleven alguna cisterna. A Córcoles nos llevaron una la semana pasada. Ya no es tan habitual, no es cada dos o tres días, pero los manantiales siguen secos. Lo que pasa es que hay menos gente y menos demanda.
¿Otros años también les han abastecido en estas fechas?
En 2015 hubo cisternas repartiendo agua hasta noviembre y este año puede pasar lo mismo. Yo estoy en contacto con los técnicos y me dicen que si algún fin de semana viene más gente de lo normal, no va haber agua.
A ver si vamos a pasar de temer la despoblación a desearla.
Casi, casi (risas).
El nuevo presidente del Scrats se ha declarado trasvasista y ha asegurado que es algo irrenunciable.
Pues se está engañando. Puede decir que es algo irrenunciable, pero este año sólo se ha podido trasvasar hasta mayo. Todo apunta a que seguramente el año que viene tampoco se podrá. Ahora mismo estamos 150 hectómetros por debajo del límite trasvasable, cuando en enero le sumemos otros 30 hectómetros cúbicos, seguiremos muy por debajo del límite. No sé si está en condiciones de decir que el trasvase es irrenunciable. Lo que tienen que hacer es buscar otras alternativas, como ya están haciendo. No pueden depender del trasvase porque no es algo seguro y porque el trasvase está provocando muchos problemas a nuestra comarca y al río. Debería empezar a plantearse prescindir un poco de trasvases.
Habla de alternativas, imagino que se refiere al interés que tienen los empresarios por poner en marcha la desaladora de la escombrera.
Claro. Entiendo que políticamente sea más productivo vender el agua del trasvase, pero cualquiera que vaya un poco más allá no puede quedarse en eso, y eso es lo que están haciendo los empresarios, que son los que realmente sufren las consecuencias cuando no hay agua. Ellos tienen claro que el trasvase no es la solución a su problema. Están dispuestos a invertir 1.200 millones de euros en construir una macro desaladora que va a desalar 350 hectómetros cúbicos de agua al año. Eso es buscar sluciones a su problema.
Tardarían cinco años en construirla. ¿Aguantarán los embalses ese tiempo?
No, de ninguna forma. Tendría que llover mucho y parece que no van por ahí las previsiones. Tendría que llover muchísimo para que Entrepeñas y Buendía pudieran tener el resto del río vivo y abastecer también el trasvase. De ninguna manera los embalses van a ser capaces de enviar agua para ya en poco tiempo.
¿Qué hará la asociación a partir de otoño?
Las reuniones con partidos políticos son importantes para nosotros. Al final, donde se legisla es en el Congreso y por eso queremos continuar con las reuniones. De momento nos hemos podido reunir con el PP, el PSOE y con el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha. El resto, supongo que por problemas de agenda, no nos han podido atender, pero vamos a pedir cita con ellos otra vez. Incluso pediremos cita con la ministra. Lo que no tengo tan claro es que volvamos a hacer movilizaciones. No sé si es bueno hacer una movilización en la cabecera del Tajo y que no tenga una repercusión masiva, pero también dependerá de cómo se desarrollen los acontecimientos. Si se aprueba un trasvase que no sea para consumo humano, sin duda que volveremos a estar ahí.