El Santísimo desfila por una ciudad engalanada bajo un sol de justicia, a pesar del adelanto de la celebración

22/06/2025 - 18:03 M.Pérez

Después de una semana de mucho calor y la tormenta de anoche, el bochorno se aventura sofocante en el día de ayer y una procesión del Corpus bajo un sol de justicia, por eso, desde la Diócesis, decidieron adelantar el horario de los oficios religiosos y poder tener un desfile  más llevadero.

    Así fue cómo antes de las 09.30 horas, la iglesia de San Francisco El Fuerte, ya tenía todas las bancadas llenas para asistir al oficio presidido por el obispo, Julián Ruiz. Fue concelebrada por más de una veintena de sacerdotes, muchos de ellos de distintas parroquias de la ciudad, que habían suspendido las misas antes de las doce de la mañana para que la gente pudiese asistir a la eucaristía principal y a la procesión por las calles.

    Entre las autoridades presentes, estaba la alcaldesa de la ciudad, Ana Guarinos;  la consejera de Igualdad, Sara Simón;  diputados nacionales, provinciales, senadores y autoridades militares como la teniente coronel, Cristina Moreno o el subdelegado de Defensa, Andrés Centenera, así como representantes  del Cuerpo de Policía Nacional.

    También estuvieron representantes de todas las cofradías y hermandades de la ciudad.

    También tuvieron su protagonismo los niños que han recibido, este año, el sacaramento de la Primera Comunión. Ellos fueron los que hicieron las ofrendas y las peticiones durante la misa.

    En la homilía el obispo ha recordado que es el día de la Caridad, de Cáritas, “de la generosidad y la atención al más vulnerable y que el Señor a la calle, a las plazas, a los espacios de convivencia al encuentro de la gente”.

    El coro Novi Cantores fue el encargado de amenizar la solemne misa.

    Una vez concluido el oficio, Jesús Sacramentado, bajo palio, y en carroza, comenzaba su recorrido por una ciudad engalanada por la ocasión, y en la que destacaban varias alfombras ornamentadas con serrín de colores y altares que habían levantado los ciudadanos con mucho trabajo y cariño. Y muchos se llevaban las manos a la cabeza la noche anterior cuando una tormenta de verano caía sobre sus creaciones. Las cofradías volvieron a retocarlas para que el domingo  se mostraran magníficas, de nuevo. A destacar lugar como San Nicolás, la iglesia de Santiago y los soportales de la concatedral.

    El aroma a cantueso inundó el desfile, que subió por la Carrera, enfiló la calle Mayor, Miguel Fluiters e Ingeniero Mariño, hasta la concatedral de Santa María.

    A pesar de haber adelantado la hora de las celebraciones, eran 36 grados los que hacía en la calle antes del mediodía.

    Encabezaban el desfile los dulzaineros de Guadalajara, la cruz guía y la Cofradía de los Apóstoles, una agrupación que cuenta con más de cinco siglos de antigüedad, lo que nos señala la importancia de esta celebración para la ciudad.

    Los doce cofrades que encarnaron a los apóstoles, seguían también a Jesús, ataviados con ropa de la época y sus atributos personas que les han caracterizado, según ha llegado a nuestros días. Junto a ellos, un centenar de niños vestidos de Comunión, que iban echando pétalos de rosa para guiar la comitiva de Jesús Sacramentado.

Como manda la tradición, la Corporación municipal ha participado en la procesión, cerrando la comitiva tras el templete del Santísimo. La alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, ha encabezado la representación institucional, portando el bastón de mando y flanqueada por policías locales de gala, seguida por la banda del Cristo del Amor y de la Paz y precedida por el grueso de la Corporación municipal y otras autoridades políticas, militares y eclesiásticas.

    Hubo en muchos momentos de la procesión en la que los vecinos de las calles por donde pasa la comitiva echaban también pétalos de rosa desde los balcones, al paso del Santísimo.

    La banda sonora la ponían los repiques de campanas de los templos de la ciudad.

            Una vez allí, los fieles han recibido la bendición de Ruiz Martorell, con los apóstoles y la custodia sobre el escenario instalado para tal efecto, en una estampa para el recuerdo de otro Corpus Christi.