El ¿sin sentido? del Plan Hidrológico

18/10/2013 - 00:00 Redacción

 
 
  A unos días de que se cumpla un mes del plazo que se estipuló como tope para la presentación de las alegaciones al Plan Hidrológico del Tajo, la guerra del agua ha vuelto a estallar en la región. En esta ocasión la batalla dialéctica no encara a Castilla-La Mancha con Valencia o Murcia sino que el enfrentamiento se enmarca en el terreno político regional. Esta semana, Extremadura, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Murcia y Comunidad de Madrid ratificaban un acuerdo en la planificación hidrológica de la cuenca del Tajo por el cual se elevaba de 240 a 400 hectómetros cúbicos la reserva de agua mínima en la cabecera del Tajo para empezar a trasvasar. Lo que en principio se vende desde las filas populares como un acuerdo histórico, se califica por los socialistas como un gran “engaño”.
 
   Y es que como todo, hay quien ve el vaso medio lleno y quien lo ve medio vacío. Es cierto que como el propio ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete ha reconocido, de este modo, se consigue un avance muy importante en la planificación hidrológica nacional a la vez que se pone fin a una política “ineficaz” que enfrenta a los distintos territorios. Pero no es menos cierto el argumento que esgrimen desde el PSOE castellano-manchego sobre que las ocho enmiendas que se van a presentar al proyecto de Ley de Evaluación Ambiental del Gobierno central se convertirán en el modo de regular las reglas de explotación del trasvase dejando al plan de cuenca en “agua de borrajas”.
 
   De este modo se blinda el trasvase pero también, al menos en principio, la reserva de agua en la cabecera y se elimina la incertidumbre sobre una gestión que hasta el momento era una decisión administrativa o política pero que no se regía por una norma jurídica. Todo tiene sus pros y sus contras, lo que quizá no se entiende es que tras negarse a admitirlo, el Gobierno regional acabe aceptando que se incorporen los acuerdos adoptados en el seno del memorándum suscrito entre el ministerio y los gobiernos de Valencia y Murcia. Llegados a este punto, uno se pregunta para qué un proyecto de Plan Hidrológico, sus muchos años de tramitación y sus miles de alegaciones..