El teatro, campo inagotable de diversión y educación
02/05/2012 - 18:09
Alrededor de 660 alumnos de 23 centros educativos de la provincia de Guadalajara van a participar a lo largo de este mes en la XVI edición de la muestra de teatro infantil El Teatro viene de la Escuela. Que la crisis afecta a la cultura y que las partidas y actividades merman de forma proporcional es algo que ya se ha asumido cuando los recortes llegan a servicios básicos como la Sanidad y la Educación. Sin embargo este programa se mantiene, y en esta edición serán 34 las obras que se representen a lo largo del presente mes en el Teatro Moderno, distribuidas en 22 funciones de mañana y tarde.
Y es que según los expertos el teatro es muy beneficioso para los escolares. Para hacer teatro no es necesario que el niño sea un artista y tenga una cualidad innata para ello, basta con que quiera divertirse, inventar e interpretar historias, y hacer amigos. Con el teatro aumenta su autoestima, aprenden a respetar y convivir en grupo, conocen y controlan sus emociones, descubren lo que es la disciplina y la constancia en el trabajo, además de desenvolverse entre el público. En realidad, el hecho de que el niño empiece a hacer teatro no quiere decir que él se convertirá en un actor. Los niños, en el teatro infantil, no hacen teatro ni aprenden teatro. Las clases son terapéuticas y socializadoras. Los trabajos en grupo, los ejercicios psicomotores y el contacto físico entre los compañeros, son la base de la educación dramática. El teatro es un campo inagotable de diversión y educación a la vez. Bajo esa perspectiva se entiende que aún haciendo un importante esfuerzo, la Consejería de Educación haya apostado por mantener esta iniciativa que no ofrece más que ventajas para los escolares.
Y es que según los expertos el teatro es muy beneficioso para los escolares. Para hacer teatro no es necesario que el niño sea un artista y tenga una cualidad innata para ello, basta con que quiera divertirse, inventar e interpretar historias, y hacer amigos. Con el teatro aumenta su autoestima, aprenden a respetar y convivir en grupo, conocen y controlan sus emociones, descubren lo que es la disciplina y la constancia en el trabajo, además de desenvolverse entre el público. En realidad, el hecho de que el niño empiece a hacer teatro no quiere decir que él se convertirá en un actor. Los niños, en el teatro infantil, no hacen teatro ni aprenden teatro. Las clases son terapéuticas y socializadoras. Los trabajos en grupo, los ejercicios psicomotores y el contacto físico entre los compañeros, son la base de la educación dramática. El teatro es un campo inagotable de diversión y educación a la vez. Bajo esa perspectiva se entiende que aún haciendo un importante esfuerzo, la Consejería de Educación haya apostado por mantener esta iniciativa que no ofrece más que ventajas para los escolares.