Empieza la diversión

Guadalajara daba por iniciadas sus fiestas con el pregón del pasado viernes. Desde entonces y hasta que el próximo domingo que se entone el Pobre de mí, quedan por delante muchos días de diversión. Aunque el programa no está prolijo en novedades, (los tiempos imponen austeridad) desde el Ayuntamiento se ha pretendido mantener la variedad y las actividades para todas las edades. Mientras que en 2011 el programa recogía 170 actos, en el presentado esta semana las actividades previstas se cifran en 140. Además, cerca de 20 actividades incluidas están organizadas por las peñas, una treintena son musicales y juveniles, 25 deportivas y 30 infantiles. Pero como en la variedad está el gusto, nadie podrá decir que no hay algo dentro del programa que no le agrade. Se cumple de nuevo el objetivo de llegar a todos los públicos, intentando satisfacer los gustos de todos los guadalajareños, grandes y pequeños sin excepción. Y sobre todo se procurará, como el pasado año, que la participación no se vea condicionada por el bolsillo. Y mientras unos se divierten, los otros trabajan para que todo esté a punto. Se trata de esos operarios que realizan una labor poco agradecida pero  sin los que las Ferias no serían lo que son. No en vano, son cientos de personas las que componen esos operativos especiales que hacen que nuestras calles reluzcan después de una intensa noche de fiesta o que velan por nuestra salud y seguridad. Sólo en el capítulo de limpieza, los días en los que se espera la mayor afluencia de público se llevará a cabo un especial despliegue. Durante todos estos días, 180 personas trabajarán sobre los puntos que requerirán mayor esfuerzo como el recinto ferial, San Roque, la Concordia, la Fuente de la Niña, la plaza Mayor o Santo Domingo, entre otros. Además, el dispositivo actuará después de cada concierto, desfile, corrida de toro, encierro o tras los fuegos artificiales. Al refuerzo de los horarios de los operarios de parques y jardines o limpieza viaria se suma también la atenta labor de la Policía y demás efectivos de los cuerpos de seguridad. Casi 400 personas velarán por que las fiestas transcurran con tranquilidad y para evitar incidentes. Sin embargo, de poco serviría que desde el Ayuntamiento se pusieran los medios necesarios para que peñistas, vecinos y visitantes saquen el máximo partido a las fiestas, si los ciudadanos no hacemos gala de una actitud cívica. Ese es uno de los verdaderos secretos del éxito.¡A disfrutar!