Entre tú y yo

02/04/2011 - 00:00 Pablo Dieguez

Me llama la atención esa repentina afición tuya al teatro. A lo mejor es un modismo pasajero o una simple declaración para llamar la atención de algunos dispersos votantes que se dejan influenciar por la sarta de mentiras que ni tus propios compañeros de filial juvenil se creen. Muy en tu línea. Tú que denominas la tauromaquia como cultura, estás lejos de poder apreciar la esencia de una obra de teatro como Toc-Toc. Dudo que sepas valorar el arte escénico como se merece porque, además de equipararlo a las corridas de toros, no aprecias el verdadero sentido de esa pieza teatral. Te has quedado en lo superficial, cuando Baffie nos muestra una obra llena de vida que constituye una lección de tolerancia y humanidad. Dos cualidades que dudo conozcas. Y no porque yo lo diga, sino porque así lo has demostrado. Es mezquino, casi nauseabundo y fuera de lugar, aludir a José Mª Barreda como supuesto “entrenador” de la futura alcaldesa de la ciudad de Guadalajara, que no tengo ninguna duda será Magdalena Valerio.

     Me parece enternecedor, por otra parte, que quieras contrastar uno a uno los líderes locales, provinciales y regionales de los dos partidos mayoritarios. Como un inocente infante, que se empeña en comparar a sus progenitores, que siempre son los mejores, con el resto. Mucho tiene que ver en esa comparación el complejo de superioridad que destila el Partido Popular. Por eso me parece cautivador. Porque, y tu lo sabes bien, con la edad se ven las cosas más claras. Es lo que te hace falta a ti. Crecer. No físicamente, que ya estas talludito, sino en amplitud de miras para descubrir que papá Antonio es un quiero y no puedo. Sin iniciativa. Sin respuestas a las preguntas y necesidades de los ciudadanos y ciudadanas de Guadalajara. Un dirigente que engaña a la ciudadanía a tiempo parcial, que eso es lo que significa para él la Alcaldía y que compatibiliza con la actividad privada, por la que cobra cada mes. Eso no lo concibo ni yo ni nadie. También me resulta enternecedor que no quieras desfigurar, aunque motivos hay para dar y tomar, la figura de mamá Dolores. No es que yo quiera o deje de querer a una señora que no tiene criterio propio. Es que no estoy dispuesto a consentir, como el resto de castellanomanchegos y castellanomanchegas, que quien aspira a presidir esta región acepte que Camps y Valcárcel dicten las reglas del juego en el PP en materia de agua. Ni que se deje aleccionar por ex presidentes del Gobierno o alcaldes díscolos en materia nuclear. Esta señora ni propone, ni piensa, ni actúa.

     Aprovecho aquí para reiterar, como el Presidente Barreda, un NO rotundo al ATC en Guadalajara. Para filosofar en esta vida siempre hay tiempo. Ese ejercicio es más saludable desde la experiencia de lo vivido. Dudo de tus capacidades para la reflexión, y aún más que seas capaz de poner en tela de juicio la gestión regional y provincial que han llevado a cabo los Gobiernos socialistas, que no dudo tendrán continuidad. También me cuesta creer que tengas argumentos para arremeter contra Magdalena Valerio. Y seguirás sin tenerlos. En Guadalajara, el progreso se escribe con letras de cambio. En Castilla-La Mancha, el progreso se llama José María Barreda. Para terminar, te recomendaría que te hicieses ver esa manía persecutoria hacia quien no piensa como tú. Y la querencia que le dispensas a quien tanto le debes. Tu salud te lo agradecerá. Ya ves que yo no necesito que me escriban lo que tengo que decir. Me basto y sobro para llamar al pan, pan y al vino, v.