España en la calle

Salir a ver el ambiente en la calle Virgen del Amparo y plaza de Santo Domingo en la noche del lunes o en cualquier localidad de España fue disfrutar de la fiesta colectiva de toda una nación unida por el deporte y el éxito. La felicitación, primero del Rey, después de la afición, la recibió este lunes la selección en forma de aplausos, cánticos y alegría desbordada. Hoy, todos o casi todos, nos sentimos campeones. Por las calles hay sonrisas, buen humor, banderas y camisetas de España que exhiben con orgullo y sin complejo ni tamiz político alguno. Vivimos un momento histórico que las generaciones del futuro estudiarán con admiración y las presentes recordarán con nostalgia.

  Son horas para saborear las mieles del triunfo, para agradecer infinitamente a ‘la roja’ la alegría que ha repartido y para aprender algunas lecciones. No es hora de filosofar, solo de disfrutar. Pero si queremos recordar las virtudes que encierra como colectivo esta selección nacional y que son aplicables a cualquier colectivo que hace un trabajo en común. Seriedad, profesionalidad, humildad, constancia, unidad, compañerismo, pasión, calidad. Lo logrado, aunque pareciera fácil, nunca había sido conseguido antes. La base está conformada, el equipo formado y todos deseamos que sigan sumando victorias y dándonos alegría. Por unas horas otros muchos problemas han quedado en el olvido. De nuevo, toda nuestra felicitación para esta maravilloso combinado nacional. Habéis hecho que este pequeño rincón del mundo, llamada provincia de Guadalajara, haya disfrutado con pantallas gigantes, cervezas, emoción y muchos nervios. Viva España, viva la roja.