Esperanzadoras lluvias de abril
13/04/2012 - 15:32
Comenzaba el mes de marzo y las lluvias todavía no habían llegado a la provincia. Entre octubre y ese mes, las lluvias habían caído a la mitad respecto de la media histórica en España. La situación empezaba a ser preocupante y muchos de los agricultores empezaban a ver peligrar la cosecha. Afortunadamente la situación parece haber iniciada la senda del cambio gracias al agua recogida durante las últimas semanas. Tanto es así, que las precipitaciones que comenzaron a registrarse con el inicio de Semana Santa han resultado providenciales para el campo guadalajareño. Las tierras han comenzado a reverdecer y las esperanzas de los agricultores, también. La cosecha del cereal empieza a recuperarse y las lluvias de este mes podrían permitir que se sembrase el girasol y el maíz. Muchos miran al cielo y aunque es pronto para respirar tranquilos, al menos la situación mejora. Y es que la falta de lluvias viene a agravar la radiografía de un sector que se enfrenta a duros retos. Hay que recordar que está sometido a una crisis de precios y mercado generalizada desde hace varios años, lo que ha provocado que la renta real de los agricultores sea similar a la de hace una década. Esta pérdida de renta de la producción agropecuaria tiene su origen en el desequilibrio de la cadena de valor y la alta volatilidad de los precios de las materias primas, sin que existan mecanismos de regulación que puedan corregir las tensiones existentes en el mercado. Eso se traduce en mayores costes de producción y en beneficios ínfimos. Ante esta situación, el sector apuesta por la integración de los productores agrarios en cooperativas porque la concentración de la oferta y una mejor organización y participación de la producción en la comercialización resultará fundamental para defender la rentabilidad de las explotaciones agrarias en el mercado. Sin embargo, eso no parece suficiente cuando la meteorología se pone en contra. De ahí, la necesidad de que, desde Europa, los Estados miembros afectados por la sequía puedan adelantar las ayudas de la PAC, así como a tomar todas aquellas medidas, que en el ámbito de la reglamentación comunitaria, permitan aliviar esta situación.