ETA, las elecciones y el nuevo gobierno

24/11/2011 - 00:00 Redacción


Aunque en las últimas semanas no se hable de otra cosa que de los mercados, la economía, y ahora de los resultados electorales, el anuncio del cese de la violencia hecho por ETA el pasado 20 de octubre no puede caer en el olvido. Con el fin de mostrar un análisis riguroso de cómo se ha vivido por parte de las víctimas, el Club Siglo Futuro hacía ayer una repaso por los últimos acontecimientos de la mano de Maite Pagazaurtundua, presidenta de la Federación de Víctimas del Terrorismo. La que fuera, además, parlamentaria vasca por el PSE-EE (PSOE) y concejal del pueblo de Urnieta reiteraba las líneas que a su juicio deben guiar el final del terrorismo y exigía que la derrota de ETA llegue “sin impunidad y con el cumplimiento de la ley”. No podemos olvidar la oportunidad política de un anuncio que, por otra parte, no suponía la entrega de las armas. La desaparición de la banda terrorista tiene muchas más complicaciones que no pueden zanjarse con un mero comunicado, que ni siquiera fue a cara descubierta. No se pueden estar pidiendo concesiones para los presos sin que haya compasión con las víctimas. Han sido 52 años de lucha armada y por el camino, se han quedado cientos de fallecidos. La historia terrible de la banda terrorista terminará con su disolución, con la entrega de las armas y con el cumplimiento estricto de las responsabilidades penales en las que hayan incurrido. Ahora, le tocará al Gobierno de Rajoy afrontar un complicado proceso. Hace un mes el entonces líder de la oposición aseguraba que “el único camino de futuro” para la banda era la ley. Ahora, habrá que esperar, para ver cómo se afronta la situación, conocidos unos resultados electorales más que inquietantes en los que deja entrever un futuro gobierno nacionalista radical que podría salir de las elecciones autonómicas de 2013. Es una buena noticia ETA haya renunciado por fin a imponer su proyecto político a través de la muerte, el miedo, la violencia y la exclusión pero habrá que ver el talante político de los que desde sus filas les representan en los órganos nacionales.