Eutanasia sí, aborto no
01/10/2010 - 09:45
Cartas al director
PALOMA CARPINTERO NAVARRO
Soy estudiante de 4º de Derecho en la UCM. Lo primero que nos enseñan cuando entramos a la facultad es que todo el mundo, absolutamente todo, tiene derecho a una defensa durante su juicio y antes de su condena. También nos enseñan el porqué deben abolirse penas como la capital que, de hecho, en muchos países civilizados ya están anuladas.
Sr. Director:
Bien, ante la polémica ley del aborto que ahora se quiere modificar, nadie se ha parado a hacerse tal reflexión. Resulta que calaña de la talla de De Juana Chaos (por poner un ejemplo) tiene derecho a una defensa y su mayor pena jamás llegará a ser la de muerte, lo cual, a mi juicio, está bien. Pero resulta que estamos condenando, con la Ley en la mano, (que es lo peor de todo) a la pena capital a las criaturas más inocentes que hay sobre la tierra: Los niños. Por que ¿dónde está su defensa? No la hay. ¿Quién vela por sus intereses? Nadie.
Enfoco esto desde un punto de vista jurídico para callar a todos esos que dicen que estar en contra de la atrocidad del aborto es ser católicos y de derechas. Y de eso nada. Es una cuestión de sentido común.
Cosa distinta es si hablamos de la eutanasia. Ahí ya entra en juego la vida propia, no la de un tercero, y la decisión debe ser tomada por el interesado, sin que el Estado, a mi parecer, tenga nada que decir si la petición es clara, voluntaria y expresa.
Eso sí, y volviendo sobre la barbarie del aborto: Que los del PP no se rasguen las vestiduras ahora con la proposición de la reforma, que cuando en el 96 no eliminaron lo hecho por Felipe González en tan delicado asunto se convirtieron en cómplices de lo que ahora con tanta saña se critica desde las filas de la derecha.
Esto lo firma una más que defraudad afiliada al Partido de la calle Génova
Bien, ante la polémica ley del aborto que ahora se quiere modificar, nadie se ha parado a hacerse tal reflexión. Resulta que calaña de la talla de De Juana Chaos (por poner un ejemplo) tiene derecho a una defensa y su mayor pena jamás llegará a ser la de muerte, lo cual, a mi juicio, está bien. Pero resulta que estamos condenando, con la Ley en la mano, (que es lo peor de todo) a la pena capital a las criaturas más inocentes que hay sobre la tierra: Los niños. Por que ¿dónde está su defensa? No la hay. ¿Quién vela por sus intereses? Nadie.
Enfoco esto desde un punto de vista jurídico para callar a todos esos que dicen que estar en contra de la atrocidad del aborto es ser católicos y de derechas. Y de eso nada. Es una cuestión de sentido común.
Cosa distinta es si hablamos de la eutanasia. Ahí ya entra en juego la vida propia, no la de un tercero, y la decisión debe ser tomada por el interesado, sin que el Estado, a mi parecer, tenga nada que decir si la petición es clara, voluntaria y expresa.
Eso sí, y volviendo sobre la barbarie del aborto: Que los del PP no se rasguen las vestiduras ahora con la proposición de la reforma, que cuando en el 96 no eliminaron lo hecho por Felipe González en tan delicado asunto se convirtieron en cómplices de lo que ahora con tanta saña se critica desde las filas de la derecha.
Esto lo firma una más que defraudad afiliada al Partido de la calle Génova