Expectativas universitarias rotas

01/06/2012 - 13:48 Redacción

Con el inicio del curso pasado, algunos temores sobre el futuro universitario alcarreño se disipaban al ponerse en marcha tres nuevas titulaciones. Sin embargo, unos meses después las peores previsiones pueden llegar a cumplirse. Comunicación Audiovisual podría no llegar a admitir nuevos alumnos el próximo curso académico. El Consejo de Gobierno de la Universidad de Alcalá, UAH, se reunía este miércoles para aprobar asuntos de tanta importancia como la iniciativa de modificación de centros y departamentos, la optimización del personal y la racionalización de los grados impartidos. La misma suerte podría correr el Grado de Traducción, ya que se encuentra en una coyuntura similar. Eso significa que los estudiantes interesados en esta formación tendrían que trasladarse hasta Alcalá o, incluso, a Madrid para poder terminar sus estudios. Es cierto que con la grave situación económica que atraviesa el país, pocos esperaban que se llegasen a dar pasos adelante en la creación del nuevo Campus de El Ruiseñor, de forma inmediata, pero la decisión de hacer desaparecer algunas de las enseñanzas puestas en marcha en el curso, que ahora termina, se convertiría en un importante varapalo para las expectativas universitarias de la capital. La UAH no tiene liquidez suficiente, y más si se tiene en cuenta que los presupuestos de Castilla-La Mancha consignan de momento 5,9 millones, mientras que años atrás se presupuestaron casi dos millones de euros más para el campus guadalajareño. Si bien es cierto que el consejero de Educación, Marcial Marín se reunía hace unos pocos días con el rector, Fernando Galván para mostrarle su predisposición para regularizar pagos pendientes y trasladarle su deseo de no hacer desaparecer ninguna titulación, la última palabra la tendrá la Universidad. Lamentablemente la provisionalidad con la que iniciaban estas titulaciones su andadura en la capital (con edificio prefabricado incluido) parece marcar sus derroteros. A pocas semanas de acabar el primer curso, los estudiantes sufren la imprecisión de lo que será su futuro académico. La crisis se habrá llevado por delante muchas esperanzas, también, puede acabar con las expectativas universitaria de Guadalajara.