Fallece Antonio Delgado, exdirector de Nueva Alcarria

Su padre fue Rafael Delgado, funcionario de Telégrafos y alcarreño. Su madre, Teodora Dorrego, gallega. Cuando tenía 9 años la familia se trasladó a la ciudad de origen de su padre, Guadalajara, donde el pequeño completó su formación escolar. Eran 10 hermanos. Despuntó muy pronto en los estudios, y cursó la carrera de Magisterio. Estando en quintas fue, ya iniciada la guerra, confinado en un Batallón Disciplinario de la República, por causa de su militancia personal, cercana a la Iglesia Católica. Acabada la contienda completó su Servicio Militar hasta tres años en el Protectorado de Marruecos. Al volver fue nombrado director de Nueva Alcarria, el cuarto director de su historia, después de Manuel Panero Valdehita (1939-40), Enrique Nin de Cardona (1940-42) y José Martialay San Antonio (1942-43). Al cesar en el periódico, obtuvo plaza en la Oposición de Inspector de Enseñanza Primaria, pidiendo el traslado a Murcia.

Para entonces ya estaba casado y tenía dos hijos. El tercero,  y los siguientes hasta 7, nacieron en la ciudad de Murcia, donde desarrolló su vida personal. Fue Inspector Jefe de Enseñanza Primaria, y concejal de la capital de la Región durante dos legislaturas en la provincia de Murcia. Se jubiló en 1986, con un gran homenaje tributado por toda la comunidad docente murciana.

En 1990 escribiría el artículo ‘Un periódico para un pueblo’, que se publicó en el número especial que conmemoró el 50 aniversario de Nueva Alcarria. Allí dijo que el periódico “siente el palpitar de esta región, las alegrías y las tristezas de sus habitantes, los sucesos todos a través de los cuales se teje un entramado de actos que llevan en su seno las aspiraciones de todo un pueblo que desea contribuir con su vida al progreso propio, al de España y al de todo el mundo”. Tuvo siete hijos y once nietos.

La muerte le sobrevino mientras dormía. En su casa de Murcia nunca le faltó un ejemplar del periódico que en su día dirigió. Descanse en paz.