¡Felicidades, Blanca!


Hoy domingo Blanca Calvo celebra su trigésimo aniversario al frente de la Biblioteca Pública de Guadalajara. Todos los que hemos formado parte del personal de este centro queremos hacerle llegar nuestra felicitación y nuestro afecto. Corría el 11 de abril del año 1981 cuando procedente de Mahón una “muchachita de Valladolid” apareció por el Infantado para hacerse cargo de la dirección de la Biblioteca y del Archivo Histórico Provincial. Los testigos de aquel hecho no se hubiesen imaginado lo que para la cultura de esta ciudad supondría su llegada y las transformaciones de las que sería motor a veces, correa de trasmisión siempre, a lo largo de estos treinta años. En su equipaje, además de muebles y algún ratón que otro, también traía muchas ideas, proyectos, ilusiones y la tenacidad necesaria para llevarlos a cabo. Su compromiso con nuestra ciudad le llevó incluso a ser su regidora durante un año, un mes y un día, su particular “condena” de alejamiento de la biblioteca, pero que fue el origen de lo que situó a Guadalajara como centro de la narración oral, su Maratón de los Cuentos.

  Los que hemos tenido la suerte de trabajar con ella, hemos visto cómo la biblioteca del Infantado, un lugar silencioso donde los libros esperaban a veces impacientes, a veces aburridos a sus lectores, se iba convirtiendo en lo que es hoy en su nueva sede de Dávalos, un lugar de cita obligada para niños, jóvenes, mujeres y hombres. Los aspectos administrativos o técnicos quedaban siempre en un segundo plano porque lo que realmente ha primado en la actividad de la biblioteca han sido sus usuarios. Para ellos y a su servicio Blanca no ha escatimado ideas, tiempo, dedicación, cariño y mucha humanidad y espíritu pionero.

   Si hay que hacer calceta, se hace, si hay que contar cuentos, se cuentan; si hay que dormir en la biblioteca, se duerme; si hay que tocar el piano, se toca; si hay que disfrazarse, ¡disfraz al canto!; si hay que hacer tarta de fresas, se cocina; si hay que llevar la biblioteca a la piscina ¡los libros de plástico en remojo!... Tras treinta años Blanca sigue incansable, con la capacidad de sorprenderse y de sorprender todavía intacta. Un nuevo viaje, una nueva idea; una nueva lectura, una nueva actividad; nuevo personal y nuevas tecnologías, nuevos servicios… pero siempre con el mismo entusiasmo, ilusión a raudales y toneladas de cariño. El mismo cariño que nos has dado esperamos hacértelo llegar con estas líneas. Gracias por todo lo que nos has enseñado y el entusiasmo que nos has contagiado, Blanca.