Felicidades hermano

28/12/2012 - 00:00 Javier Montoya

 
 
 
   Hola Antonio. Llegan otras navidades, las fechas mas tristes para nosotros. Tu ausencia hace un hueco tan grande que no somos capaces de llenarlo, y madre ya sabes como está la mujer, y yo que te puedo decir de mi, de la persecución a la que estoy sometido, de la sangre que se esta derramando de lo poco que queda de nuestra familia, simplemente decirte que en esta sociedad en la que vivimos nosotros no tenemos cabida ninguna. Nuestro padre nos educó para una sociedad donde la gente fuera solidaria, buena gente, generosa, amable, sin envidias, donde el dinero sólo sirviera para vivir y se equivocó, pero nosotros nos sentimos orgullosos de haber tenido estos padres y sobre todo el apellido Montoya Ribera, del cual no me siento avergonzado de llevarlo como mi bandera donde sea y ante quien sea eso seguro. Tanto tiempo sin ti y de la manera que esto sucedió, tan triste, dolosa carnosa, nos hace cada vez mas débiles ante esta sociedad que solo le importa el dinero y lo demás para nada. Ya no hay familias, hermanos, bueno ya aquí queda poco de lo que nuestro padre no enseñó aquí todo es ficticio.
 
  Lo nuestro no tiene nombre, lo que nos hicieron en todos los aspectos fue lo mas grave, hiriente, malo, perverso. envenenado que he visto en muchos años. Tú me imagino que pensaras lo mismo estés donde estés ,que sepa los que no nos quieren que debido a esa educación adquirida por nuestro padre, si vivieras lo mas importante sería la unidad de la familia ,hemos sido un bloque indestructible durante muchos años. Sólo el crimen cruel, la paliza que dieron a madre salvaje, y el estado psicológico en el cual estoy han logrado hundirnos, ir a casa y ver a madre como está y tu asesinado tampoco, es algo muy muy dificil de soportar y es que somos fuertes pero todo tiene un limite y ese limite nos ha superado Desde aquí deseo feliz Navidad a los que se alegran de nuestro mal, a los amigos, a todos que seáis felices y jamás ocurra lo que nos ha sucedido a nosotros. po, ácido y cruel entre un sufriente Jesús crucificado y un Papa Noel con barba de quita y pon.