Fiebre del sábado noche sumerge el Coliseum en los años setenta
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
El musical Fiebre del sábado noche promete sumergir el Teatro Coliseum de Madrid en los años setenta de la mano del mítico personaje Tony Manero, eternizado en el cine por John Travolta. La función se estrena el próximo viernes dirigida por Karen Bruce y con la supervisión musical de Phil Edwards, que vienen acompañando montajes de la obra en diversos países.
Julia Gómez Cora, directora general de la productora Stage Entertainment España, explicó que, para recrear el espíritu setentero, el Coliseum sufrió adaptaciones en su espacio. Queríamos acercar el público a la discoteca, a través de luces, globos con espejos y un bar, matizó. Después de la función, habrá discoteca y la gente podrá quedarse para bailar, añadió Juan Pablo di Pace, que da vida al Tony Manero español.
La producción ha cosechado éxitos en Nueva York, Sydney, Ámsterdam, Londres o Buenos Aires. El montaje español costó tres millones de euros y, además de Di Pace (que es argentino y ya participó en musicales en Londres y películas como Mamma Mia), forman parte del reparto Beatriz Ros (Stephanie) e Isabel Malavia (Annette), entre otros.
En el barrio de Brooklyn, Manero es un dependiente de una tienda de pinturas de día, pero cuando cae la noche se convierte en un rey vestido de poliéster en el club nocturno local. Divide la pista bajo el embrujo de la música disco, pero, cuando las luces se apagan, Tony y sus amigos tienen que enfrentarse a la cruda realidad y madurar en la dura ciudad de Nueva York. Phil Edwards subrayó las diferencias entre el musical y la película. En el film, los personajes no cantan las canciones de los Bee Gees, mientras que en la función los artistas cantan, bailan y actúan a la vez, explicó, añadiendo que el montaje español alcanza el mismo nivel de los espectáculos de Broadway y de Londres. Sin embargo, en España, la coreografía está más destacada que los montajes de otros países, añadió Karen Bruce.
Además, el supervisor musical matizó que no es un tributo a los Bee Gees. Las canciones son el hilo conductor de la historia, que es apasionante y emocionante, detalló. Todas las canciones de la película figuran en el musical, pero añadimos otras, cosechadas del repertorio de los Bee Gees, añadió Edwards. Las clásicas canciones tienen ahora su versión en castellano, muchas de ellas en la voz de Di Pace, que, a lo largo de las dos horas de espectáculo, está en escena durante una hora y cincuenta minutos. Es como un maratón todas las noches y a la vez un sueño hecho realidad, sin duda el trabajo que más placer me ha dado hasta hoy, declaró el protagonista. No hay muchos Tony Manero por ahí y el nuestro es fantástico, elogió la directora de la función.
Gómez Cora recordó que la producción empezó en 2008, cuando ya sabíamos que vendría un año difícil, puntualizó. Pero en época de crisis, la gente necesita divertirse, no pensar en los problemas y nosotros queremos trasmitir este buen rollo, afirmó. La directora de Stage Entertainment España cree que la crisis podrá afectar los espectáculos en general, ya que un 50 por ciento del público son turistas.
La producción ha cosechado éxitos en Nueva York, Sydney, Ámsterdam, Londres o Buenos Aires. El montaje español costó tres millones de euros y, además de Di Pace (que es argentino y ya participó en musicales en Londres y películas como Mamma Mia), forman parte del reparto Beatriz Ros (Stephanie) e Isabel Malavia (Annette), entre otros.
En el barrio de Brooklyn, Manero es un dependiente de una tienda de pinturas de día, pero cuando cae la noche se convierte en un rey vestido de poliéster en el club nocturno local. Divide la pista bajo el embrujo de la música disco, pero, cuando las luces se apagan, Tony y sus amigos tienen que enfrentarse a la cruda realidad y madurar en la dura ciudad de Nueva York. Phil Edwards subrayó las diferencias entre el musical y la película. En el film, los personajes no cantan las canciones de los Bee Gees, mientras que en la función los artistas cantan, bailan y actúan a la vez, explicó, añadiendo que el montaje español alcanza el mismo nivel de los espectáculos de Broadway y de Londres. Sin embargo, en España, la coreografía está más destacada que los montajes de otros países, añadió Karen Bruce.
Además, el supervisor musical matizó que no es un tributo a los Bee Gees. Las canciones son el hilo conductor de la historia, que es apasionante y emocionante, detalló. Todas las canciones de la película figuran en el musical, pero añadimos otras, cosechadas del repertorio de los Bee Gees, añadió Edwards. Las clásicas canciones tienen ahora su versión en castellano, muchas de ellas en la voz de Di Pace, que, a lo largo de las dos horas de espectáculo, está en escena durante una hora y cincuenta minutos. Es como un maratón todas las noches y a la vez un sueño hecho realidad, sin duda el trabajo que más placer me ha dado hasta hoy, declaró el protagonista. No hay muchos Tony Manero por ahí y el nuestro es fantástico, elogió la directora de la función.
Gómez Cora recordó que la producción empezó en 2008, cuando ya sabíamos que vendría un año difícil, puntualizó. Pero en época de crisis, la gente necesita divertirse, no pensar en los problemas y nosotros queremos trasmitir este buen rollo, afirmó. La directora de Stage Entertainment España cree que la crisis podrá afectar los espectáculos en general, ya que un 50 por ciento del público son turistas.