Fin a unas exitosas fiestas

18/09/2013 - 00:00 Redacción

 
El pobre de mi puso fin a una intensa semana festiva en la que el tiempo daba finalmente un respiro y se ha disfrutado de una climatología excelente pudiendo celebrarse todo lo programado, excepto por motivos normativos, la exhibición del recorte prevista para el viernes. Las fiestas han resultado un éxito. La gente se ha volcado en la participación y, de nuevo, la calle se ha llenado de algarabía tanto por la mañana, como por la tarde y por la noche. Con un presupuesto de 510.175,76 euros, un 10,5% menos que en 2012, se ha conseguido celebrar 144 actividades, cuatro más que el pasado año. Ese era solo un guiño a la eficacia alcanzada con la fórmula aplicada en las últimas ferias, en las que la mezcla de actos de día y de tarde con las actividades para todas las edades y públicos ha constituido un verdadero acierto. Guadalajara ha vivido con más intensidad unas ferias que, además, se consolidan en el calendario taurino nacional.
 
  El cambio en el Reglamento de Castilla-La Mancha, que ha permitido los encierros en puntas, y la recuperación de figuras en los carteles de los festejos vespertinos, ha hecho que muchos hayan aprovechado el fin de semana para hacer una parada en la ciudad. La crisis aprieta y se ha notado en la entrada a los toros, pero las ganas de diversión han sabido sobreponerse para, frente a todo pronóstico, llenar conciertos o abarrotar el teatro. Las incidencias han sido mínimas si se tiene en cuenta la cantidad de gente que en los últimos días ha abarrotado las calles capitalinas. Apenas el susto en la atracción de El Ferial. Y los dispositivos de limpieza y seguridad han funcionado a la perfección. Hoy, con la resaca propia de esa intensidad festiva, serán muchos los análisis aunque solo una puede ser la conclusión: el modelo que aplica el Ayuntamiento es uno de los grandes secretos de este éxito que va in crescendo año a año. El cambio del Recinto Ferial ya está olvidado. En el recuerdo quedan aquellos tiempos en el que San Roque se convertía en una nube de polvo en la que se entremezclaba el olor a alcohol y choricillo. La amplitud del nuevo y haber sabido superar el obstáculo que suponía la A-2, es otro de los grandes logros que este año se ha vuelto a poner de relieve. Ya acabaron las fiestas 2013. Esperamos las del año 2014.