Guadalajara concentra las únicas cuatro manadas de lobo de Castilla-La Mancha

02/07/2025 - 17:33 FCV

La provincia de Guadalajara concentra las únicas cuatro manadas de lobo ibérico que actualmente se registran en toda Castilla-La Mancha, según el censo nacional elaborado entre 2021 y 2024 por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La presencia de estos grupos se localiza principalmente en la Sierra Norte, donde dos de las manadas se asientan de manera permanente, mientras que las otras dos presentan un carácter más nómada y cruzan con frecuencia hacia Madrid o Castilla y León.

Esta cifra, aunque modesta, sitúa a Guadalajara como territorio clave en la expansión de la especie en el centro peninsular, dentro de un contexto nacional que suma un total de 333 manadas, frente a las 297 de la anterior serie (2012-2014). A nivel nacional, el aumento ha sido del 12%, aunque todavía se está lejos de las 500 manadas necesarias para garantizar la estabilidad genética del lobo en el largo plazo, según los criterios científicos.

En paralelo a esta expansión, el Gobierno regional ha activado un paquete de ayudas directas por valor de 151.000 euros, dirigidas a 47 ganaderos de Guadalajara para minimizar los daños que puedan derivarse de ataques al ganado. Estas subvenciones están cofinanciadas por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, el Ministerio de Agricultura y fondos europeos (FEADER), y cubren la totalidad del coste de las medidas.

Las actuaciones previstas incluyen desde la mejora o instalación de vallados, tanto fijos como portátiles, hasta la adquisición de mastines y dispositivos de pastor eléctrico. Se contemplan también los gastos veterinarios iniciales y la inscripción de los animales de protección en los registros correspondientes.

La viceconsejera de la PAC, Gracia Canales, ha subrayado que estas ayudas permiten reforzar la prevención y reducir la vulnerabilidad del sector ganadero frente a la presencia del lobo, con el objetivo de favorecer la coexistencia en el medio rural. "Estas iniciativas reflejan el compromiso de la Junta con los profesionales del campo, para que puedan seguir desarrollando su trabajo con garantías", ha apuntado.

Los datos del nuevo censo confirman que el lobo se encuentra en fase de recuperación progresiva en los límites de su área histórica, especialmente en el borde oriental y sur de su distribución, donde se encuadra Guadalajara. Además, se constata por primera vez en décadas una manada reproductora en Extremadura, lo que confirma el avance de la especie hacia territorios donde anteriormente había desaparecido.

A nivel nacional, el grueso de la población de lobos se mantiene en Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria. Madrid, Castilla-La Mancha, La Rioja, País Vasco y Extremadura se agrupan como regiones en expansión. En comunidades como Aragón o Cataluña, aunque hay presencia esporádica de ejemplares, no se ha detectado aún reproducción estable.

El estudio, coordinado científicamente por el MITECO, se desarrolló siguiendo la metodología acordada en la Estrategia Nacional para la Conservación y Gestión del Lobo, aprobada en 2022, y permitirá actualizar el informe que España debe remitir a la Comisión Europea sobre el estado de conservación de esta especie emblemática.

Aunque el censo confirma la mejora poblacional, la situación del lobo sigue siendo desfavorable en términos legales y de conservación. Desde el Ministerio recuerdan que el cambio normativo aprobado en marzo, que permite la caza controlada en algunas regiones, ha provocado que comunidades como Cantabria o Asturias hayan autorizado extracciones de ejemplares, pese a los avisos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que exige tratar la especie como protegida en todo el país si su situación no es favorable en alguna parte.

En Guadalajara, la tensión entre ganaderos y lobo continúa siendo una realidad. Los ataques registrados en explotaciones de la Sierra Norte han motivado la demanda de mayor vigilancia y compensaciones, a pesar del avance en las medidas preventivas. Por otro lado, asociaciones conservacionistas insisten en el papel regulador del lobo dentro de los ecosistemas, al controlar el exceso de jabalíes o corzos, y alertan sobre los riesgos de frenar su recuperación mediante métodos letales.

En este cruce de miradas, Guadalajara se ha convertido en el termómetro del debate: un territorio de frontera para el lobo, y también un laboratorio de convivencia entre la vida salvaje y la actividad ganadera. El futuro de ambas depende, hoy más que nunca, del equilibrio entre protección, prevención y diálogo.