Guadalajara desde el autobús

El Ayuntamiento se ha visto obligado a desplazar la marquesina a la parada provisional habilitada unos metros más abajo, ante la falta de respuesta obtenida de Fomento sobre en qué fecha se resolverá el tráfico en la zona. Actualmente las obras intentan reponerse a los problemas técnicos surgidos ante la aparición de corrientes de agua en este área que han impedido concluir los trabajos en tiempo y forma. Lo cierto es que el cuello de botella que existe en la zona dificulta el ya de por sí denso tráfico de la zona. Ayer era la concejala capitalina, pero son muchos los alcaldes y colectivos que vienen denunciando los problemas generados en este punto, que ya suma meses de atasco continuado. Con la llegada del verano, el retorno o la salida del fin de semana hacia los pueblos que cruza la CN-320 se ha convertido en un auténtico calvario para muchos de los conductores que ya han sufrido otras de las vicisitudes de la maldita variante de la 320, las últimas apenas un par de kilómetros más arriba, en la cuesta del Sotillo. Hasta ahora, el Ministerio sigue sin pronunciarse y la subdelegada, a tenor de las últimas declaraciones, continúa esperando las explicaciones oportunas al terrible desaguisado que le queda bastante más próximo que a los ocupantes de los despachos del Madrid. Así las cosas, si el Ayuntamiento se ha decidido a mover la marquesina de sitio es que el asunto va para largo. Si a algún conductor, de esos que tienen que pasar por el nudo el Hospital un par de veces al día en hora punta, le queda una gota de paciencia, que la guarde como un preciado tesoro porque la va a necesitar en los próximos meses.