“He estado sin salir de casa desde el día 12 al día 26 de marzo bajo control diario de la Policía”

15/04/2020 - 13:32 J.E.

Jorge Íñigo está viviendo en Polonia la crisis del coronavirus, y cuenta cómo se está viviendo allí esta crisis sanitaria.

En esta ocasión, viajamos a un país al que no habíamos ido aún para conocer cómo está viviendo Jorge Íñigo, alcarreño de 25 años, que está residiendo en Łódz. Allí estuvo de Erasmus hace tres años, y ahora trabaja en una empresa multinacional, concretamente, en el departamento de contabilidad para un cliente británico con sede en España. Al cierre de esta edición, en Polonia hay unos 6.000 casos confirmados, con más de 180 fallecidos y más de 310 curados.

Comenta que no se percibe pánico, pero “sí impresiona ver a la gente por la calle con mascarilla y guantes. La gente se lo está tomando en serio puesto que se están cumpliendo las restricciones del Gobierno de no salir de casa salvo para lo imprescindible; no se ve a nadie por la calle, y el transporte público está vacío”.

El Gobierno polaco, a diferencia de otros casos que hemos conocido durante estas semanas, fue tomando medidas con antelación según nos cuenta Jorge: “Entre esas medidas, destaca el control de la temperatura a los pasajeros en los aeropuertos, el cierre de zonas infantiles, zonas deportivas, museos, teatros, discotecas, etc. Además, se cerraron las fronteras tanto aéreas como terrestres el domingo 15 de marzo a partir de las 00:00 horas”, y añade que “el Gobierno polaco ha extendido el estado de alarma hasta el 16 de abril y se han aplazado los exámenes de colegios y universidades”.  Aunque en un principio las medidas daban cierta libertad, con el aumento de los casos se ha decretado “el cierre de todos los hoteles y hostales, uso obligatorio de guantes al salir de casa, máximo de tres personas en cada caja del supermercado, en caso de trabajar desde la oficina, cada persona debe estar a un metro y medio de distancia con otra y el cierre de todos los parques”.

Pese a todas las medidas de precaución, Jorge ha vivido muy cerca la experiencia del coronavirus: “El miércoles 11 de marzo, acompañé a una amiga española del trabajo al hospital puesto que se encontraba con taquicardia. En ese momento, a todos los pacientes que entraban por urgencias se les aplicaba el protocolo del COVID19 para evitar posibles contagios. Se quedó ingresada y aislada mientras le hacían pruebas. El jueves fui a trabajar, como siempre. Y, por la noche, me llamó que había dado positivo en las pruebas del coronavirus. En ese momento, llamé a mi jefa, le expliqué la situación y no fui a trabajar ese viernes por si acaso yo también pudiese estar contagiado. Los médicos preguntaron a mi amiga las personas con las que se había relacionado últimamente, y se pusieron en contacto con nosotros. Nos enviaron un documento oficial y personal con los días que debíamos permanecer en cuarentena sin salir de casa, y nos explicaron que la Policía se pasaría cada día por nuestras casas para hacer un control y seguimiento. Y, efectivamente, he estado sin salir de casa del 12 al 26 de marzo bajo control diario de la Policía quien nos preguntaba cómo estábamos, si requeríamos de un doctor y, hasta incluso, si nos hacían la compra”. 

Jorge dio negativo en las pruebas, y desde entonces está teletrabajando desde su casa.