Hecho histórico

06/06/2014 - 23:00 Pedro Villaverde Martínez

Después de escribir la semana pasada sobre el difícil arte de gobernar, nos hemos encontrado con la sorpresa, pues sorpresa es aunque todos sabíamos que se daría un día, de la renuncia del Rey Don Juan Carlos a favor de su hijo el Príncipe de Asturias que gobernará con el nombre de Felipe VI. Desde entonces se convirtió en noticia principal y los Medios de Comunicación no cesaron de anunciarla junto a todo tipo de opiniones. Como hecho histórico anunciado aunque sin conocer ni el cuándo ni el cómo, se convertía en la noticia más importante. Ahora ya todos sabemos mucho de todo y no es el momento de ahondar en ello, porque que hay especialistas que incluso debían tener ya preparadas sus crónicas. Nosotros, bastante legos en la materia, aunque con opiniones, como todos y más en tan importante tema queremos dedicar esta columna a esa efeméride única en nuestra Historia. Queremos por tanto hacernos eco de tan importante noticia y esperar que los acontecimientos sean los que están previstos y el reinado lo más fructífero posible para una nación que necesita, como todas, y merece, ser bien gobernada. Sabemos por la Historia que el Gobierno de los pueblos, como decíamos la semana pasada es difícil, pero que es imprescindible. Cada ciudadano es un eslabón de esa cadena en que se convierte un pueblo bien gobernado. Podríamos extendernos cuanto quisiéramos, pero muy poco seríamos capaces de añadir a lo que se ha dicho, se está diciendo y se dirá sobre este cambio de Rey.
Un Rey al que deseamos satisfacer los mejores deseos que haya podido despertar su nombramiento. Lo mismo para toda esa nueva aunque ya conocida familia real que le acompañará. Suponemos que no falta expectación y esperamos que el joven Rey esté a la altura de lo que de él se espera…y casi se le exigirá. Hemos estudiado Historia como todos y sabemos poco del comportamiento de los sucesivos reyes que han reinado en nuestro país en cada momento, pero estamos seguros de que el presente estará a la altura de las circunstancias. Las cosas técnicas… las dejamos para los entendidos, pero anunciando que cada cual tiene su opinión y tal vez de no menor importancia. Suerte a ellos y al país que denominamos España y la enhorabuena a esa nueva familia real.