Hemos pasado de mi hijo no será viñero a convertirse en vignerón

09/11/2012 - 17:04

Papá, yo de mayor quiero ser “viñero”. Viñero es el término con el que en Tomelloso (y comarca) provincia de Ciudad Real – Castilla La Mancha – Mayor viñedo del mundo, se conoce a los viticultores.
  Vignerón o viticultor, un “oficio” que hasta el pasado año estaba no solo en desuso, casi era una “vergüenza” ya que la viña, en La Mancha , solo daba trabajo (no remuneración, ni ganancias) salvo que tuvieras 100 has. o más con sistema de riego, emparrado, te hubieras acogido a cultivo ecológico (con la consiguiente subvención que era el beneficio) o en el mejor de los casos, que tuvieras la viña asegurada y te cayera una granizada, por lo que además de coger algo de uva, te pagara el seguro como si no hubieras vendimiado nada.    Antes de seguir… amigos y uno de mis cuñados son viticultores a título principal y sólo siento por ellos admiración y respeto. Trabajadores incansables, inteligentes y  empresarios de lo suyo. En línea ascendente tengo que recurrir a mis abuelos que supieron de buena fe lo que era trabajar el campo, tirando de animales y de brazo, y también de aquellos que de los años 28 a 35 defendieron con ahínco la viña y la vida digna de los “viñeros” de la época en La Mancha.    Hablo de pasado reciente, ya que hace tan solo dos o tres años, hablábamos de precios aproximados a los 13-15 céntimos de euros el Kg. de uva en la zona Mancha. Es razonable pensar que ningún padre de familia en su sano juicio quisiera que su hijo se dedicara a la viña. Hace 5-7 años el auténtico negocio era ser albañil… 3000-4000 euros mensuales, fines de semana (de tres días) libre  (o chapuzas para aumentar los ingresos), vacaciones…. No había problema si se tenía algo de viña, se contrataba para la vendimia a los sudamericanos y marroquíes (con todo mi respeto hacia ellos) mientras que la “obra” se pagaba mejor. Eso cambió con el estallido de la burbuja inmobiliaria. Los que ya no vendimiaban, se agarraron a la viña como a un clavo ardiendo y lo que era denostado ya no se veía con tan malos ojos. Ya hacían menos falta los inmigrantes… para darles un sueldo a ellos, se lo daban a un familiar (ex trabajador de la obra).  Vaya por delante que a todo esto no le pongo ni un “pero”. Hemos pasado años de bajos precios en la uva, de precios ridículos en el vino… todo se achacaba a que Castilla la Mancha es la mayor región productora del mundo, lo que justificaban los bajos precios.
Aún hoy espero que algún político (los de “antes” que estuvieron 30 años, a los de ahora le doy cierto margen de maniobra ya que llevan poco más de un año) alce la voz diciendo que España, pese a ser el país con mayor extensión en viñedo, es el tercero en producción (pero sí es la región que más viñedo ha arrancado en toda la UE)… esto quiere decir que… si España no es culpable de los excedentes… menos aún lo era Castilla La Mancha, y por lo tanto, no se justificaban los bajos precios (ni el arranque indiscriminado). Ahora, tampoco quiero exonerar de culpa al sector de la región… Si hubieran hecho sus deberes hace años en la comercialización no dependerían tanto de las ventas a granel.  Con todos estos “planteamientos y realidades” llega el pasado año, curiosamente el primero en el que no hay ningún tipo de subvención comunitaria, estatal o regional (quitando lo antes mencionado de los cultivos ecológicos) y acompañado de una menor producción a nivel global, comienzan a subir los precios. Como digo, se calma la situación, empresas antes dedicadas a otros sectores, ponen su punto de mira en la viticultura… se empiezan a tener beneficios…  por resumir: La demanda supera a la oferta.
Ahora digo… me alegro, se lo merecen, es justo… son los precios a los que debería estar el precio de la uva. Estos precios perjudican a los vinos de mesa, pero tampoco doblarán el precio (a no ser que las autoridades extremen los controles y analicen con celo los envases, grados y composición… algo que espero que hagan). En los vinos de calidad la subida será mínima ya que en años en los que el precio de la uva era inferior, el valor no bajó proporcionalmente. Hablo con escandallos en la mano.
  Con respecto a los viticultores (viñeros, vignerons ) nada, absolutamente nada que objetar. Solamente que guarden parte para repartirlo en años en los que la uva no se pague tan bien (que coincidirá con años de mayor producción).
  Expuesto todo esto, si sigue así el sector, yo de mayor quiero ser viñero, mejor dicho, vigneron en La Mancha, y querré que mis hijos también lo sean, porque podrán vivir dignamente, trabajar, ser empresarios, vivir e invertir de aquello que sus/nuestros antepasados nos legaron.
  Un viticultor (vignerón) de La Mancha no es menos que uno de Champagne, Bordeaux, Borgoña, Toscana o Piamonte. La diferencia está principalmente en cómo se comercializan los vinos y el tiempo que éstos lo llevan haciendo (la comercialización). El mercado es el que obliga a hacerlo bien para que tenga venta. El peligro está en que éste año se venda todo por igual… como no se reconozca la calidad en los precios, entraremos en una peligrosa dinámica que hará volver a tiempos pretéritos.