Huelga histórica

22/05/2012 - 17:33 Redacción

Como en toda huelga que se precie, la guerra de las cifras se convierte en la protagonista. Mientras que los sindicatos convocantes suelen inflar las mismas, las administraciones hacen lo contrario, con lo que los porcentajes bailan en exceso. El mejor ejemplo es la convocatoria de paro en Educación que CCOO y UGT cifraban con un seguimiento del 65% por ciento en la región, mientras que la Junta estimaba que dicho seguimiento se quedaba en el 20,4%. Pero más allá de los porcentajes, si algo hay que queda palpable con esta jornada de protesta es que ni padres, ni alumnos ni profesores están dispuestos a mantenerse impertérritos mientras que Gobierno nacional y autonómico meten la tijera en el sector. De hecho por vez primera en la historia, los principales sindicatos de la educación pública convocaban a los trabajadores de todas las etapas formativas, desde la Infantil hasta la Universidad, a una jornada de huelga general  para protestar contra los recortes. Medidas que, como el aumento del máximo de alumnos por aula y de las horas lectivas del profesorado, dicen supondrán prescindir de miles de docentes interinos y mermar la calidad educativa. Es cierto que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, lo ha negado y ha explicado que son "medidas excepcionales para una situación excepcional", en relación con la obligación de las comunidades autónomas de cumplir con la estabilidad presupuestaria. Sin embargo, muchos empiezan a temer por algo más que la calidad de la enseñanza o las condiciones laborales. En una provincia como Guadalajara, la posible supresión de escuelas rurales puede implicar un retroceso importante en el asentamiento poblacional de núcleos más pequeños. Son ese tipo de medidas las que deberían analizarse con lupa antes de hacer tabla rasa, si queremos evitar volver a revivir épocas pasadas en las que las crisis económicas y de empleo provocaron el éxodo y el abandono de muchos pueblos.