III Plan regional de Formación Profesional: imprescindible y cada día más urgente

17/12/2011 - 10:36 Redacción

Tras la pasividad mostrada por el Gobierno en materia de formación para el empleo desde su constitución, anuncia ahora una serie de medidas aisladas y tardías, que parecen confirmarnos que nuestros gobernantes tienen una visión cortoplacista y utilitarista  del papel de la formación profesional en nuestra región.
Las medidas que en las dos últimas semanas   ha  lanzado  el   Gobierno en el ámbito de la formación  no se enmarcan en una estrategia regional de formación profesional, condición  imprescindible para  la tan  traída  y llevada  eficacia  y eficiencia.  En un momento tan decisivo como este, en el que los graves problemas a los que nos enfrenta la actual crisis  dejan en situación de  debilidad social a nuestros jóvenes, mujeres y personas menos cualificadas, el  gobierno debería priorizar, con carácter estratégico y  urgente, la  definición del III Plan de Formación  Profesional, que nos permita cualificar  a  nuestro capital  humano como principal recurso de las  políticas de  activación económicas  y  creación de empleo enmarcadas en el necesario cambio de modelo productivo regional.
Hasta el momento, y  ya  llevamos  siete  meses,  el  Gobierno sólo nos  ha anunciado como  una  “acción  eficiente  y  novedosa” el libramiento de  2,9  millones de  euros  destinados  mayoritariamente  al colectivo de  trabajadores autónomos, formación con  compromiso de  contratación  y  becas   asociadas a la  formación de  desempleados y desempleadas.
 Estas medidas, sin embargo,  no son ni  novedosas  (se han venido  dotando en los  últimos  años)  ni especialmente  eficientes: destinar  más dinero a la  formación de un colectivo  duramente  azotado y diezmado por la crisis, que lo que  requiere  son  medidas  que   activen la economía, faciliten el crédito y posibiliten el pago de acreedores, no va  a  solucionar los problemas de éste, ni van a  incrementar  el número de personas que deciden  convertirse en  autónomos, puesto que la  formación no genera  per se empleo y, por  ende,  estos  fondos  sólo pueden ser  utilizados por  las personas que ya lo son.
Estas medidas, en todo caso, son tardías  puesto  que el Gobierno autonómico dispone de  fondos desde  antes del verano para este  fin que  no ha sabido o  no ha  querido utilizar.
Para CCOO CLM el colectivo de autónomos merece todo el respeto y todos  los apoyos. Apoyos  efectivos y eficientes. La  formación de este colectivo es  necesaria, CCOO  CLM siempre  ha  apostado por ella, pero no erremos el  tiro:  la formación de los autónomos y  la  apuesta por el emprendimiento no es el elemento central para la solución de nuestros problemas.
Las soluciones de nuestros problemas pasa por abordar un  conjunto  de medidas  que permitan activar la economía y mejorar los ingresos (reformas  fiscales y medidas contra la economía sumergida y el fraude  fiscal…). Junto a estas  medidas es  imprescindible generar un plan estratégico de formación profesional, el tercero que se pondría  en marcha en la región.
Los dos planes previos, avalados por el diálogo social que  Rajoy  parece estar dispuesto a practicar pero Cospedal no, han permitido en nuestra región impulsar y coordinar la oferta  formativa,  integrar el subsistema de FP del sistema  educativo con  la  formación para el empleo, sentar las  bases para articular un sistema de  orientación profesional a lo largo de la vida  educativa y laboral de  las personas,  acreditar las  competencias  profesionales de  nuestros  trabajadores y trabajadoras, impulsar estudios  e investigaciones,  difundir y prestigiar la FP…. En definitiva, han cualificado y mejorado la empleabilidad  de   miles de castellano manchegos y  han permitido poner en valor la formación profesional, tanto  reglada como para el empleo.
Todo ello  gracias  al esfuerzo colectivo  de la Administración y de los agentes sociales  articulado a través de los  órganos  de que nos  hemos dotado institucionalmente en el ámbito de la  formación, a la cabeza de los cuales está el Consejo de Formación  Profesional.
Queda mucho por  hacer. Nuestro objetivo debe ser conjugar el capital económico, social y  humano, como elemento básico de  crecimiento regional desde la cohesión social.
El Gobierno, mientras tanto, actúa  lentamente  en materia de  formación, olvida  que la formación es, además de una política activa  de  empleo, un derecho  de  los trabajadores, desprecia  los avances  realizados hasta el momento en esta materia desde el diálogo social y las  competencias  del Consejo de  Formación Profesional (en septiembre  se  comprometió a  convocarlo de forma  inminente, hoy por  hoy, aún sigue sin hacerlo).
El  Gobierno prefiere encriptar medidas imprescindibles (Plan regional de empleo y formación) en otros  acuerdos; quizá  porque  no están  dotadas  de contenido, presupuesto, ni plazos. Y sigue anunciando como “novedosas” acciones  de orientación  profesional  que  ya  se  están realizando. Mientras,  sigue sin liberar  los fondos finalistas trasferidos desde la administración estatal para desarrollar  programas de formación y orientación dirigidos a  desempleados/as e impidiendo, en consecuencia,    el acceso  de miles de personas  a estos  servicios.
No hay  futuro sin presente. El presente son nuestros  jóvenes y nuestros  trabajadores y trabajadoras y lo estamos comprometiendo.