Informe oportuno

14/09/2011 - 00:00 Redacción



En un momento en el que las protestas por los recortes en Educación se endurecen con las manifestaciones de los profesores en las calle, se conocía, muy oportunamente el Informe sobre la situación de las finanzas de la Junta a 30 de junio de 2011, elaborado por la Sindicatura de Cuentas de Castilla-La Mancha y remitido este lunes a las Cortes regionales. Como resumen, el documento incide en que el Gobierno de José María Barreda dejó 167.727 facturas pendientes de pago, de las que la mayoría (158.795) corresponden al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, y una necesidad de liquidez a corto plazo de 2.813 millones de euros. El estudio cifra, asimismo, en 7.455 millones el endeudamiento de la Junta y de las empresas y fundaciones públicas de la región lo que en global ratifica una situación de “desequilibrio de las cuentas públicas motivada por un presupuesto que infrapondera las demandas de gasto y un nivel de ingresos insuficiente para hacer frente a tales demandas”. A estas alturas no resulta muy novedoso poner de relieve que en épocas anteriores se gastaba más que se ingresaba. Aunque la situación actual que se vive en nuestra región viene marcada, en gran medida, por esa gestión errónea. Cospedal fue la primera en hacer una radiografía certera de la situación en la que se encuentran las cuentas castellano-manchegas, y en poner a trabajar a su equipo para solucionar este problema. Así nacía un plan completo para garantizar la prestación de los servicios sociales básicos en Castilla-La Mancha que, sin embargo, no evitará los recortes y la austeridad que se sufrirán, al menos, durante los próximos dos años. No en vano, para volver a la senda de la estabilidad presupuestaria, la Sindicatura recomienda “un mayor rigor en la presupuestación inicial que aquilate las necesidades de gasto”, “mayores dosis de disciplina presupuestaria” en lo que a aprobación de modificaciones de crédito sin financiación se refiere y, “sobre todo, acomodar las cifras de gasto a los recursos financieros de los que se disponga”. El Ejecutivo regional ya está manos a la obra aunque eso suponga tener que hacer frente al enfado de colectivos como el de los profesores. Ya se sabe aquello de que nunca llueve a gusto de todos, aunque en épocas de crisis parece no llover a gusto de nadie.