Javi Heranz baja los humos al Villarrobledo
El Azuqueca doblegó al Villarrobledo en un choque muy completo de los de Manolo Alfaro. La puntería de Javi Heranz rompió un partido que, hasta la segunda parte, había sido muy parejo. Y es que, la primera parte que se vio en el San Miguel fue muy seria entre dos equipos que saben a lo que juegan y que no conceden nada a su rival. Apenas hubo ocasiones y, cuando las hubo, las defensas y los porteros desbaratan el peligro. Y eso que tanto Pancorbo como Corrales se estaban batiendo el cobre en las delanteras, pero sin ningún rédito.
Así las cosas llegó la segunda mitad y con la segunda mitad llegó el festival del media punta, convertido en extremo en el partido de ayer. Minuto 48, balón suelto en el área, misíl de Javi Heranz. Huelga decir que el tanto viene precedido de una gran jugada de su tocayo Javi Martín por la banda izquierda en la que dejó, literalmente, tirado a Juanvi. El canterano buscó el palo largo con un efecto endiablado y Zarco respondió con una palomita exquisita. Lo que no esperaba el cancerbero manchego era que el balón suelto lo iba a empalar Heranz con tan buen tino.
Diez minutos más tarde, Javi Heranz lo volvía hacer. En esta ocasión, ganaba la partida a Zarco en un mano a mano. Era el minuto 58 y Brotons había robado en la medular roblense, quizá el único error en la salida de balón del equipo de Manuel Martínez en todo el partido. Heranz aprovechaba la situación y la caraja del rival, muy dolido tras su primer gol, para hacer su segunda diana. Además del 2-0, el partido se le complicaba un poco más al Villarrobledo: Pepe se rompía en el minuto 62. El centrocampista se lesionó de la rodilla derecha en una jugada intrascendente en la medular y sin rival de por medio.
El partido lo tenía controlado el Azuqueca hasta que Tommy y Javi Alonso la liaron en el 67. Balón largo hacia Corrales que el central deja que corra y que el portero despeja en el cuerpo del central. El cuero salió manso hacia la portería y Corrales solo tuvo que cabecear sin oposición. A pesar de que recortó distancias, el Villarrobledo nunca inquietó los dominios de Javi Alonso. En cambio tuvo que repeler las acometidas de un Azuqueca ambicioso que siempre buscó el 3-1 y que cerca estuvo de conseguirlo en botas de Javi Martín, que no llegó al centro de Carrasco; de Koke, que sacó Zarco; y de Carrasco, que se topó con un central.