Justicia moderna y modernizada

27/09/2013 - 00:00 Redacción

 
 
Guadalajara puede estar orgullosa de sus órganos judiciales. A pesar de la situación de crisis, la capacidad resolutiva de los jueces y magistrados es impresionante, debido al gran esfuerzo que realizan tanto en calidad como en cantidad. Sin embargo, el número de órganos es insuficiente, ante el aumento de la litigiosidad y, además, es necesario resolver, de una vez, el problema de la ubicación de las sedes de los juzgados. Así se desprende de las palabras de la fiscal Jefe de la provincia, María Dolores Guiard que ayer presentaba a los medios de comunicación la Memoria Fiscal del año 2012. Aunque la capacidad resolutiva de los órganos alcarreños es excelente, incluso siendo mayor que las cifras de entradas de asuntos, lo cierto es que el Juzgado de lo Penal es uno de los que soporta una carga de trabajo creciente. De ahí, la necesidad de contar con uno más en la provincia, petición que viene avalada por el volumen de señalamientos y de ejecutorias. Aunque las peticiones son austeras, las necesidades van mucho más allá. De hecho, el propio presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco, reconocía en la apertura del año judicial, que en Guadalajara se deben reforzar los juzgados para evitar la demora excesiva en los juicios por delitos y en la ejecución de sentencias. Es cierto que entre los logros conseguidos, este año, se encuentra la puesta en marcha de la oficina para el control de las comparecencias de personas imputadas, pero se antoja insuficiente si tenemos en cuenta las necesidades que existen tanto de infraestructuras como de ampliación de plantilla. No hay duda de que, el alto nivel de litigiosidad y las exigencias de una tutela judicial de calidad y eficaz, que se imparta con agilidad y, cuando sea preciso, con rapidez, pasa por una Justicia moderna y modernizada, dotada de los medios personales y materiales, de los efectivos y de unas infraestructuras a la altura de las exigencias del siglo XXI. Queda mucho por hacer.