La apostasía hay que justificarla en persona
01/10/2010 - 09:45
Por: RAFAEL HERRERO. COLPISA
Apostatar no puede convertirse en un mero trámite administrativo que se realice por la mediación de una oficina abierta por el ayuntamiento que así lo disponga, como ha ocurrido en algunos municipios españoles. La persona que reniegue de la fe en Jesucristo recibida en el bautismo debe seguir un trámite personal y razonado ante su diócesis respectiva y, si está convencido de ello, recibirá el beneplácito de la Iglesia católica a su firme intención de apostatar.
Ésta es la doctrina que, en nombre del Episcopado, sostuvo este lunes durante una comparecencia informativa el obispo de Tortosa y presidente de la Subcomisión Episcopal de Catequesis, Javier Salinas, cuando fue interrogado sobre los impedimentos que pone la Iglesia ante la apostasía. Salinas dijo que es una lástima que la gente quiera apostatar, pero entra dentro de la libertad de cada uno, aunque precisó que lo único que pide la Iglesia es que este proceso no sea algo meramente fabricado. No espetó--. Hablemos; usted va a la curia, se habla y se razona. Y si la persona en cuestión mantiene invariable su actitud, se hace el documento y punto. Subrayó el prelado que ante una decisión de tanto calado como ésta lo que se pretende es establecer una relación personal. Me llama la atención que exista una oficina que se dedique a hacer eso, cuando es una función que debe hacer cada uno. Y prosiguió: Al igual que uno fue bautizado personalmente, también si se quiere marchar debe decir adiós personalmente a la familia. Pues mira, quiero cambiarme, concluyó Salinas. El trámite sugerido por el obispo de Tortosa no fue puntualizado en ningún momento por el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, que compareció en la rueda de prensa junto a él.