La campaña y el desánimo
19/11/2011 - 00:00
Acababa anoche una de las campañas electorales más descafeinada que hemos vivido en las últimas décadas. A pesar de la importancia de unos comicios en los que se decidirá el futuro de un país, que en los últimos días ha sido presa del pánico de los mercados y que cuenta con el triste récord de ser el que encabeza la lista europea del desempleo, la población parece estar hastiada de promesas o, como, deja entrever, a través de las encuestas ya tiene el voto decidido. Sea por eso, o por que la situación económica ha marcado los mensajes electorales, el caso es que la campaña en nuestra provincia se podría calificar de light. Quizá el haber vivido unas elecciones intensas como pocas el pasado mes de mayo, en las que Guadalajara se convirtió en pieza clave para el cambio de Gobierno regional, hace que éstas, las actuales, se hayan afrontado por parte de los partidos con otro talante. Si bien es cierto que el PP e IU han apostado por la multiplicación de sus candidatos en diversos actos diarios, el PSOE consciente, quizá, de su desventaja ha hecho una campaña más discreta. Ayer mismo, los dirigentes de las formaciones políticas hacían balance. El secretario general del Partido Popular , Porfirio Herrero aseguraba que en las últimas dos semanas, los candidatos al Congreso de los Diputados y al Senado habían realizado aproximadamente 3.200 kilómetros recorriendo toda la provincia, habían celebrado actos públicos en todos los municipios de más de 1.000 habitantes, y habían visitado la totalidad, los 288. Resumiendo, habían hecho una campaña austera pero intensa. Por su parte, la secretaria provincial del PSOE, María Antonia Pérez apuntaba que en estas dos semanas los socialistas alcarreños habían organizado actos pequeños y de coloquio, en lugar de grandes mítines y que también habían visitado municipios como El Casar, Cifuentes o Fontanar. Su trabajo de dar a conocer los programas a los ciudadanos ababa cuando el reloj daba ayer las doce y se ponía fin a la campaña. Hoy toca jornada de reflexión y mañana, ir a las urnas. Ellas serán las verdaderas encargadas de poner nota a una campaña, en la que no nos engañemos se ha palpado cierto desánimo.