La Casa Cuartel de Alcolea

09/03/2012 - 00:00 Teodoro Maestre


   En nuestros desplazamiento a Cortes de Tajuña, dejamos la N-II (hoy A-2) para desviarnos por el restaurante Mavi, dejarlo atrás y desde el alto divisar, al fondo, Alcolea del Pinar, lugar muy querido para nosotros. Se enfila la carretera hacia el pueblo y antes de llegar, a la derecha, queda el campo santo; a la izquierda, casi en las afueras del casco urbano, tenemos la casa cuartel de la Guardia Civil.

  Para las gentes de bien, la sola presencia en la zona de un Cuerpo de seguridad, tal y como están las cosas, significa tranquilidad y sobre todo seguridad. Pero la estancia de la Benemérita en Alcolea, dentro de pocas fechas, será historia. Durante la década de los ochenta, desaparecen las casas-cuarteles ubicadas en muchos pueblos para agruparlas en una localidad determinada. Con ello también se pierde la clásica pareja de correrías para la demarcación del puesto.

  Puede que en una época en que todo está mecanizado no tuviese mucho sentido tener a dos hombres vigilando el entorno rural a pie, pero ¿siempre había gasolina para el coche patrulla? En esos mismos años se incrementa la seguridad privada haciéndose cargo de servicios en entidades bancarias, pagadurías, urgencias de hospitales, etc, labores antes desarolladas por la policía armada y después por la Policía Nacional. Quizá la seguridad pública no cubría las necesidades que la sociedad demandaba teniendo que recurrir a la privada. Estos funcionarios-policías y guardia civiles- no digamos ahora con la crisis, pero en tiempo de bonanza no se les ha retribuido como les corresponde. Hoy no solamente pasa eso, sino que la alta de efectivos ponen en precariedad la seguridad de los ciudadanos y sus bienes, como estamos viendo. Y no todos disponen para costearse seguridad privada.

  En Alcolea el acuertelamento habría estado compartido por fuerzas del puesto rural, el mismo hacía unos años que había desaparecido y sus componentes fueron trasladados al de la vecina localidad de Torremocha. Desde entonces la infraestructura del acuartelamiento quedó abandonada a su suerte con el destacamento de tráfico. Seguramente por encontrarse a la orilla de la autovía, nudo de caminos entre Aragón y Castilla, se desaconseja en ese momento su traslado a otra parte. Las cosas empeoran para esta edificación cuando el día 3 de marzo de 2008 como consecuencia de un fuerte viento arranca el tejado.

  Llevaba en obras desde hacía aproximadamente dos años. El final de esta historia ya sabemos cómo termina: el destacamento de Tráfico de la Guardia Civil pasa de Alcolea a Sigüenza. Atrás en el tiempo queda un lejano 12 de agosto de 1978 en el que el BOE publicaba el Real Decreto en el cual el Ayuntamiento, donaba al estado un inmueble de más de 2.000 metros cuadrados situado en el término de Alcolea del Pinar con destino a la construcción de una casa cuartel para la Guardia Civil. Éste que suscribe, se alegra por los guardias civiles y sus familias, sin menospreciar para nada Alcolea, por la que siento un gran cariño.

  Sigüenza donde a partir de poco ya vivirán cuenta con muchos más medios y equipamientos. A parte de mejoras de las que carecen las localidades más pequeñas. Lo siendo por Alcolea, que pierde unos vecinos extraordinarios, dejando al pueblo un poco más despoblado de lo que habitualmente está. Gana Sigüenza, y todos perdemos un poco.

  Si tenemos en cuenta que no es lo mismo tener las dependencias policiales a pie de carretera que tener que desplazarte a ella después de recorrer más de 17 kilómetros con el consiguiente coste de combustible más desgaste de vehículo. Pero está claro que quienes tanto hablan de recortes y ahorro en tiempos de austeridad, no han tenido en cuenta ese pequeños detalles. nos ganan, otros pierden. Pero bueno, es un avance, tímido, pero avance al fin y al cabo.