¿La Casa lo sabía?
Si todo ciudadano se constituye en agente de la autoridad ante un delito flagrante, bien que con las limitaciones propias de su amateurismo policial y judicial, cabría haber esperado de esa Casa la actuación rápida, firme y ejemplar que requerían, sin duda, las circunstancias. Lamentablemente, no ha sido hasta hoy, tras las iniciales e imprecisas denuncias del PSOE balear, y luego tras las mucho más contundentes pesquisas y sospechas de la Fiscalía, del juez, de la policía y de todo el mundo, que nos enteramos de que la Casa Real lo sabía, y que lejos de sentar la mano al presunto y, en su caso, de conminarle a devolver el dinero público que a los españoles les ha costado tantas fatigas ganar y que les hace hoy tanta falta, le recomendó que hiciera mutis, discretamente, por el foro, eludiendo su responsabilidad moral y penal. Hum...
Luego dicen que algunos están aprovechando lo de Urdangarin para atizar a la Corona y ponérselo difícil a Felipe de Borbón, que pretende, al parecer, ostentar en un futuro próximo la Jefatura del Estado por el rancio e irracional procedimiento, escasamente democrático en todo caso, de reclamar para sí la corona que hoy ciñe su padre por esa simple razón, porque es su padre y él es su hijo. Se ve que en esa Casa se desconoce una sencilla verdad: que el peor enemigo de uno, es uno.