La chapuza de la N-320
Leo con cierto estupor y estupefacción que un ciudadano pone en duda y critica que un martes sufriera un accidente de chapa y pintura - minutos antes de ofrecer precisamente una rueda de prensa sobre la chapuza de las obras del Nudo del Hospital - y que después se lo comentara a los periodistas durante la comparecencia.
Me provoca cierto sonrojo que, con tal de desviar la atención, algunas personas afines al PSOE y al Gobierno, se dediquen a desmentir o a tergiversar la realidad. Aún así, por mucho que se quiera intentar alterarla, la verdad es que me vi afectado por un accidente como consecuencia de los trabajos inconclusos y desde hace más de dos años inacabados de la N 320. Situar el accidente en el Nudo del Hospital no es situarlo en Horche ni en Guadalajara, sino en el tramo que, como la propia palabra indica, se ve afectado por las obras.
Cada mañana, miles de conductores y usuarios sufrimos en nuestras carnes la desidia del PSOE y del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, quienes a parte de numerosos incumplimientos, nos han estado faltando a la verdad durante estos dos años afirmando que las obras concluirían a la mayor brevedad posible. En este largo camino, se han puesto excusas sin fundamento como las Ferias y Fiestas, la meteorología o una supuesta vía de agua, pero las obras siguen sin terminar. Durante este calvario, nos han acusado de demagogos, de catastrofistas y casi, casi, de antipatriotas. Pero insisto, la realidad es la que es por mucho que no les guste a nuestros vecinos socialistas: las obras del Nudo del Hospital llevan más de dos años paradas, generan atascos kilométricos, no tienen ningún tipo de seguridad y lo que es peor, generan accidentes. Afortunadamente yo sólo sufrí un golpe de chapa pintura, esperemos no tener que lamentar ningún suceso algo más trágico que el mío.