La Constitución, ejemplo de entendimiento

07/12/2014 - 23:00 Redacción

Aunque la sabiduría popular diga que solamente hay que mirar atrás para tomar impulso, en algunas ocasiones también debe hacerse para aprender de lo bien hecho. Uno de esos casos es la Constitución Española de 1978, auténtica lección de entendimiento entre formas de ver la sociedad y la política muy distintas, que concluyó encajando en la redacción de un marco normativo que ha permitido vivir casi cuatro décadas en paz y libertad y crear un estado moderno y de bienestar. Aquella generación de políticos, auténticos hombres de Estado y verdaderos patriotas sin presumir de ello, enseñaron que es posible hacer primar un interés general sobre las opciones particulares. Indudablemente el temor de entonces a un nuevo enfrentamiento entre españoles tras una larga dictadura no existe ya en una democracia consolidada. Por ello cada uno expresa con firmeza sus opiniones y todos se sienten con legitimidad y fuerza para hacer valer su razón.
La libertad de pensamiento, la pluralidad ideológica, la aportación de distintos modelos de organización y convivencia es algo positivo. El futuro se debe construir entre todos. Sin embargo, la discordia, el continuo enfrentamiento, la intolerancia, el cerrazón mental, la falta de voluntad de diálogo ha generado entre los ciudadanos desconfianza, malestar con las propias instituciones y con un sistema que ha mostrado sus virtudes durante todo este tiempo. Los políticos de hoy se equivocan cuando se encierran en su propio pensamiento y el de su grupo y son incapaces de buscar puntos de acuerdo, de negociar posicionamientos, de apreciar los aciertos de quienes piensan de otra manera para juntos diseñar una sociedad mejor. Las conversaciones con mentalidad abierta y la búsqueda de un bien común con la generosidad de ceder en la propia postura, el anhelo del consenso para seguir avanzando es ahora una necesidad tan importante como lo fuera en 1978. La lección de entonces fue que había que remar en la misma dirección y hoy mantiene su plena vigencia.