La consulta del PSOE a sus militantes

En un escenario inédito en la política española se produjo este sábado un nuevo hito. Por primera vez un partido consulta a sus militantes sobre su conformidad o no con una decisión de los altos mandos, en concreto con el acuerdo suscrito para una posible formación de gobierno, que lógicamente recoge alteraciones al programa electoral socialista para poder llegar al entendimiento con los planteamientos de Ciudadanos. Ejemplo de democracia interna, pese al desacierto de la pregunta en concreto, que resulta sumamente ambigua por su mala formulación. Los votantes pueden estar o no de acuerdo con el texto que les une a Ciudadanos y pensar lo contrario respecto a otro que se pudiese firmar con las fuerzas de izquierda, por lo que es de entender que si este segundo se produjese en el futuro, de nuevo, habría que pasar a consulta. En todo caso, buena organización de la jornada, demostración de que el PSOE es un gran partido que ha entendido que no puede hacer lo que quiera con los votos recibidos sino que se debe a sus votantes, y aceptables resultados. El primero, el de algo más de la mitad del censo acudiendo a las urnas, en Guadalajara no llegó, porcentaje que no tiene referencias para comparar. Y el segundo, ese casi 80%, (72% en nuestra provincia) de respaldo que da legitimidad a Pedro Sánchez para defender el proyecto, ahora compartido con Ciudadanos, en la sesión de investidura de esta semana que tiene pocos o ningún viso de éxito. El acuerdo, por otra parte, ha tenido ya cierta repercusión en nuestra capital donde Ciudadanos hace posible el gobierno del PP en el Ayuntamiento, no sin ciertas fricciones, y donde la formación de Román, para evitar un posible deterioro en las relaciones, ha ofrecido incorporar a los dos ediles de la formación naranja en su equipo de Gobierno, algo que estos han rechazado. El pluripartidismo abre nuevas etapas y maneras en nuestra joven pero consolidada democracia. Diálogo y participación son las caras más positivas, mientras los bloqueos, la ineficiencia y la inestabilidad son las mayores preocupaciones.