La crisis no aumenta los delitos

10/05/2012 - 19:59 Redacción

En unos tiempos en los que la economía se ha convertido en el pan nuestro de cada día, y las manipulaciones de cifras son casi tan constantes como las dobles lecturas de las mismas, hablar de estadísticas sobre criminalidad es, ante todo, un ejercicio de sinceridad. El Ministerio del Interior publicaba esta semana un informe con las Infracciones Penales Registradas durante el primer trimestre del año. Aunque Guadalajara no es de las provincias con más criminalidad, es cierto que los pequeños delitos se han incrementado. De hecho, los datos arrojan un aumento de casi el 50 por ciento en los robos con fuerza en domicilios, que crecen un 49,4 por ciento al pasar de 174 a 260, pero también hay un aumento en las sustracciones de vehículos, que pasan de 58 a 99, subiendo así un 70,7 por ciento. Ésta circunstancia, sin embargo, se convierte en una peculiaridad, pues en España la situación ha sido la inversa, es decir, aunque se ha producido una disminución porcentual significativa en las infracciones penales contra el patrimonio, han aumentado los delitos contra la vida, la integridad y la libertad de las personas, considerados como los más graves. En conclusión, han disminuido los hurtos, pero han aumentado los asesinatos. En nuestra provincia la situación difiere, pues lo que más han aumentado son los pequeños delitos, lo que hace que la sensación de seguridad de la población aún esté medianamente a salvo. El efecto frontera con la Comunidad de Madrid, que sigue encabezando las listas de las autonomías con mayores tasas de criminalidad, aún se percibe en Guadalajara pero la intensa labor de los distintos cuerpos de seguridad del Estado, tanto Policía Nacional como Guardia Civil, evita que las cifras se eleven. A pesar de ello, en materia de seguridad siempre hay capacidad para mejorar en una provincia que tiene el inconveniente de ser relativamente extensa y con poca densidad de población. En cualquier caso, queda demostrado, que la crisis no ha generado una multiplicación de la delincuencia como mucho vaticinaban.