La Diputación Provincial, un servicio eficaz

22/06/2013 - 00:00 Pedro Pérez y Sánchez

  
  
   La Diputación provincial, fiel al principio de legalidad recogido en el artículo 103 de la Constitución Española, sirve con objetividad y sometimiento pleno al Derecho. La flamante presidenta de la Diputación provincial con su don de la palabra y arte oratorial, así como el don de gobierno que poseen todos los miembros que la componen, sin excluir, por supuesto, a ningún diputado/a, al margen de cualquier ideología, porque las ideologías son cosas de hombres, y por tanto perecederas, cumplen la función. Gamaliel, fariseo, doctor de la Ley, hace más de dos mil años, ya lo había observado confirmando esta aseveración (Hch.5,34-40) mediante datos constatados, y, porque todos/as tienen sus carismas e incluso que la oposición también es gobierno dado que con sus debates aportan ideas dignas de ser tenidas en consideración siempre que no pretendan obtener renta política.
 
  La ilustrísima señora Ana Guarinos, bien secundada por su grupo político, guiados como por una mano invisible, está dando nueva estructura, nuevos principios y formas de buen gobierno a la institución provincial. La conocen perfectamente, siendo una estructura compleja. Baste citar, por ejemplo, los servicios de asesoramiento a los municipios, servicios de recaudación, carreteras, redes de abastecimiento de agua, alcantarillado, etc. Pero la ilustrísima señora presidenta, en el ejercicio de esa personalidad representativa que tiene en los Plenos, sabe vertebrar, dar consistencia al bien provincial, de las necesidades colectivas y públicas, y que la nave de la provincia navegue por un mar tranquilo y hacia un puerto seguro.
 
   Después, con la ayuda de Dios y siempre con la brújula de la Ley, es de esperar que ninguna tempestad la haga naufragar. El municipio es una constante histórica que se da en todas las épocas y edades, cuando son superados los tiempos del nomadismo y perpetua inmigración. Es una realidad sociológica y una unidad natural. Es un hecho social de convivencia anterior al Estado y anterior también, y además superior, a la Ley. Ésta ha de limitarse, por tanto, a reconocerlo y ampararlo en su función adjetiva.
 
  Por ello, la Diputación provincial y al frente su presidenta, no abandonará ni dejará de prestar ayuda a nuestros pequeños municipios que se asentaron en un determinado territorio de nuestra provincia, cuando fueron superaros los tiempos de perpetua inmigración y generalmente donde existía algún manantial de agua. A la señora presidenta no le falta voluntad política, altura de miras y sentido del bien común para que los pequeños municipios sigan conservando y manteniendo sus estructuras, su patrimonio cultural, social, étnico y sobre todo su subsistencia e identidad.