La Eurocámara insta a Francia a detener las expulsiones de gitanos

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
El pleno del Parlamento Europeo ha condenado ayer con 337 votos a favor, 245 en contra y 51 abstenciones la política de expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros lanzada por el Ejecutivo de Nicolas Sarkozy y ha instado a las autoridades francesas a cesar “inmediatamente” las deportaciones, al tiempo que ha censurado la pasividad de la Comisión Europea ante este caso.
El texto de condena ha sido respaldado por socialistas, liberales, Izquierda Unitaria y los Verdes y se impuso a otra propuesta promovida por el Partido Popular Europeo que, con el apoyo de los conservadores británicos, aboga por una mayor integración de la comunidad romaní en la sociedad europea, pero evita mencionar las medidas de Sarkozy. El texto de los ‘populares’ fue rechazado por 328 votos en contra y 287 a favor.
La resolución aprobada insiste en el derecho a la libertad de movimiento y residencia de “todos” los ciudadanos de la Unión Europea.
Los eurodiputados han mostrado su “profunda preocupación” por el uso de una retórica “incendiaria y abiertamente discriminatoria” en los discursos políticos durante la crisis de las deportaciones, ya que temen que dé “credibilidad a las declaraciones racistas” de grupos ultras. También condenan “profundamente” las medidas adoptadas “por las autoridades francesas y de otros Estados miembros contra gitanos y nómadas y orientadas a su expulsión” y advierte de que las deportaciones “masivas” están “prohibidas” por la Carta de Derechos Fundamentales –vinculante desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa– y que “violan las leyes y tratados de la UE”.

París defiende su política de expulsiones amparándose en la defensa del orden público y sostiene que cada caso ha sido estudiado individualmente y que los que han elegido regresar a sus países de origen lo han hecho con una ayuda “humanitaria” de 300 euros, para los adultos, y de 100, para los menores.

Sin embargo, los eurodiputados ponen en duda que las deportaciones se hayan evaluado y decidido “caso por caso” y advierten de que la “falta de medios económicos no justifica en ningún caso la expulsión automática” de ciudadanos comunitarios. Y añaden que las restricciones a la libertad de movimiento en base a la seguridad y salud pública “sólo pueden imponerse por la conducta personal y no por consideraciones preventivas y generales sobre el origen étnico o nacionalidad”.

La resolución final incluyó una enmienda para pedir que la situación de los gitanos en Europa no afecte a la entrada de Rumanía y Bulgaria en el espacio Schengen.