La fiesta ganchera: tradición y futuro

31/08/2012 - 12:04 Redacción

Taravilla se convertía este año en el municipio anfitrión de la tradicional fiesta ganchera que se celebraba por decimosexto año consecutivo. La cita, que organiza la Asociación de Municipios Gancheros, formada por los pueblos de Poveda, Peñalén, Zaorejas, Taravilla y Peralejos, y que desde hace cuatro años luce su condición de Fiesta de Interés Turístico Regional no defraudó y volvió a reivindicar la figura de los gancheros, esos hombres esforzados que aprovechaba aprovechó para su supervivencia la riqueza de los bosques y la naturaleza. Emulando la tradición de hace cinco siglos en la que los navegantes conducían miles de troncos por el cauce del río Tajo hasta Aranjuez, el sábado se volvió a ver esa tarea que se convertía en el principal medio de vida en otras épocas. No en vano, el oficio de ganchero, muy arraigado en la provincia, fue una importante fuente de ingresos para los habitantes de esta comarca y elevó a los hombres de esta zona a convertirse en seña de identidad. Por eso, esta cita se convierte en algo más que un acto lúdico. Se trata de no dejar nuestro pasado de lado, haciendo un esfuerzo para conocer la historia, y mantener vivo el espíritu de otras épocas, conociendo de cerca los oficios de nuestros antepasados, el folclore, la música, etc. Cada año la afluencia de público es mayor y la convivencia de los paisanos de los pueblos de la asociación hace que la Fiesta Ganchera rezume recuerdo al pasado pero también está impregnada de  ilusión por el futuro. Los cientos de personas que se acercaron a participar en la fiesta, volvieron a rendir tributo a estos alcarreños que hicieron historia, o mejor dicho, que se convirtieron en historia de una comarca del Alto Tajo. Pero también participaron de la lucha que esta comarca lleva a cabo por sobrevivir. Llegar a la XVI edición supone un reto para los que están al frente y los colaboradores pero sobre todo indica que iniciativas como ésta no sólo se convierten en un importante atractivo turístico sino que es el modo de conservar nuestras raíces.