La gran manifestación

Este jueves, a las 20:00 horas, está convocada en toda España, en sus respectivas capitales de provincia, manifestaciones de protesta contra las últimas medidas adoptadas por el Gobierno para conseguir esa reducción de déficit que devuelva la confianza en la economía española. Sindicatos y organizaciones sociales aprovechan el malestar reinante entre la ciudadanía afectada en su economía doméstica de manera flagrante para lograr una gran movilización que haga reflexionar al Gobierno sobre los límites de sus medidas de ajuste. Se habla incluso ya de la posibilidad de una huelga general para el mes de septiembre.

  La brecha entre gobernantes y gobernados es cada vez más grande por culpa, en gran parte, de la falta de diálogo social y político imperante. La paz social amenaza con su quiebra y la agitación social no es beneficiosa para nada ni para nadie. Al revés dificultará, si se rompe, la recuperación. Es más necesario este 19 de julio que nunca, que los políticos escuchen a los ciudadanos y entiendan que no se pueden obligarles a ajustarse tanto el cinturón. Cada medida adoptada supone un duro golpe a las economías domésticas ya muy castigadas. La gente está en paro y no se atreve a emprender porque el consumo va cayendo y las nuevas disposiciones lo harán retroceder aún más.

  La hostelería, por ejemplo, de Guadalajara, en otros tiempos boyantes, apenas logra sobrevivir. Son muchos los establecimientos que han cerrado en los últimos días, otros parecen pender de un hilo, muchos sobreviven porque tienen ajustados los gastos al máximo y son pocos los que marchan desahogados. Todos los sectores están ya muy resentidos y medidas como el IVA les harán perder clientela. La pequeñas y medianas empresas son la clave del futuro y de la recuperación económica y a ellas se las debe ayudar. Este jueves parece que habrá grandes movilizaciones. Deben servir para la reflexión y entablar cauces de entendimiento entre todos. El barco es el mismo y a todos nos interesa que llegue a buen puerto.